Pese a que hace unos meses la decisión había sido anunciada, sorpresa causo entre los visitante del Museo Arqueológico de La Serena la ausencia de los cuerpos momificados o momias que por años permanecieron en exhibición. Pese a que se trataba de uno de sus mayores atractivos turísticos y pedagógicos, la medida se condice con lo que está ocurriendo en todos los museos del país.
«Por una cuestión ética y de respeto a nuestro abuelos, ya hace tiempo el museo tomó esa opción de retirar los restos humanos que estaban, de alguna manera prestando un servicio educativo, pero de todas maneras por respeto a las comunidades originarias, han sido retiradas», dijo a LA REGIÓN, el director del recinto Ángel Herrera.
El recinto, que en abril pasado cumplió 73 años de vida, se encuentra ad porta de iniciar una nueva etapa en la que renovará parte de su infraestructura y su museografía.
La autoridad, afirmó además, que el retiro de los cuerpos momificados, desde el punto de vista técnico, también implica una serie de medidas de preservación y conservación alejadas de la exhibición al público.
«De tal manera que cuando en la nueva museografía el visitante se encuentre con algún resto u osamenta humana, va a ser exclusivamente quizás para mostrar alguna patología o algún inferencia respecto a dieta alimenticia que se puede deducir de ese resto y quizás lo que vamos a usar probablemente réplicas papara poder enseñar esto. Cuando ello no sea factible usaremos algún resto pero no el contexto de los ajuares completos como anteriormente se acostumbraba realizar».
Todas los cuerpo momificados fueron llevados hasta el moderno deposito con el que cuenta el Museo Arqueológico de La Serena. Allí se preserva una parte importante de los hallazgos arqueológicos más importantes de la Región de Coquimbo. Su acceso es restringido y la temperatura es permanentemente controlada.
Ángel Herrera, recordó que museografía que tiene actualmente el museo se instaló el año 1982. «Desde entonces a la fecha ha habido mejoras, en diferentes áreas, algunas vitrinas, pero está es una renovación integral. Actualmente tenemos entre 500 y 60 piezas, y eso con la nueva exhibición lo vamos a duplicar. Vamos a tener entre 1200 y 1500 piezas en exhibición. Vamos a tener por ejemplo en exhibición una pareja de diaguitas, realizada por un taller europeo, que trabaja en la réplica de piezas bioantropológica. Ellos trabajaron dos esqueletos y en base a las medidas anatómicas, pudieron realizar una replicar lo más científico y riguroso posible en términos de acercarnos a la forma que en vida tuvieron esas personas. Es impresionante lo que realizó el taller».
