“Nano” Calderón quedó en prisión preventiva.

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NOTICIA EN DESARROLLO

La jueza Andrea Díaz-Muñoz del Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago decretó prisión preventiva este martes en contra de Hernán Calderón Argandoña, quien fue formalizado por parricidio frustradodaños y tenencia ilegal de armas, luego de atacar a su padre Hernán Calderón Salinas el pasado 11 de agosto.

La magistrada dispuso que el imputado, en base al informe médico de “Nano” Calderón, será llevado bajo custodia de Gendarmería a la clínica siquiátrica El Cedro, en La Reina, donde estará a manos de su médico tratante René Martínez. El profesional “por siete días corridos desde hoy deberá informar el estado del imputado” para ver si se encuentra compensado y que pueda ser trasladado al penal Santiago 1, donde seguirá recluido.

El tribunal dispuso 120 días para la investigación del caso.

En la audiencia de formalización, la Fiscalía Metropolitana Oriente formalizó a Hernán Calderón Argandoña (23) por parricidio frustrado en dos episodios, el primero con una pistola en que falló el disparó y el segundo, el más reciente, con un corvo.

De acuerdo con lo expuesto en la audiencia virtual por el fiscal Omar Mérida, se trata de cuatro hechos imputados al hijo de Raquel Argandoña.

El primero ocurrió el 5 de junio pasado en Las Condes, en el departamento de su padre, el abogado Hernán Calderón Salinas (67), quien estaba en la tina cuando su hijo le puso una pistola Glock en el tórax y le dice “te voy a matar”, según la declaración de la víctima.

El imputado disparó, pero falló y el proyectil impactó en un espejo y en una pared. Este hecho fue calificado por la fiscalía como parricidio frustrado.

El segundo hecho ocurrió el 6 de junio pasado, también en el departamento de la víctima, donde el imputado premunido con un cortaplumas tipo mariposa destruyó pinturas y 10 trajes del abogado. Se trata de un delito de daños.

El tercer hecho ocurrió el 11 agosto a las 16 horas, también en el departamento de su padre, donde lo atacó con un cuchillo tipo corvo y le provocó graves heridas en una mano. El fiscal Mérida imputó parricidio frustrado por este hecho.

Finalmente, el cuarto hecho se registró el 12 de agosto pasado, en el departamento del imputado en calle Los Trigales, de Las Condes, donde la policía encontró la pistola Glock, una escopeta Maverick y abundante munición, inscritos para el departamento de su padre y no el suyo. Según la fiscalía, se configura el delito de tenencia ilegal de arma de fuego.

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