Debido al cierre de fronteras, desde el año pasado se ha producido un «boom» en el cultivo de marihuana en las regiones de Coquimbo y Valparaíso, en donde los «agricultores» empezaron a unirse y formaron especies de «cooperativas» para cultivar cannabis. En cifras, durante este año la incautación de marihuana casi dobla a lo requisado en todo el año pasado, a diferencia de la cocaína y sus derivados, que han disminuido notablemente. Zonas montañosas y de difícil acceso asoman como ideales para la siembra de esta droga.
Durante el fin de semana pasado, la Operación Manto Verde II permitió la incautación de 423 kilos de cannabis procesada, explosivos, armas y municiones, además de 2 millones de pesos en efectivo, entre otras especies. El avalúo supera los $ 2.200 millones y proviene de los cultivos ilegales ubicados en Combarbalá, Ovalle y Punitaqui. Lo que da cuenta del aumento en la producción de droga en la región de Coquimbo.
Miguel Cabezas, jefe de la Brigada Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado de la PDI de La Serena, quien al momento de la entrevista con LA REGIÓN todavía se encontraba en el conteo de drogas y armamento incautado durante la madrugada de este jueves, en un operativo en los sectores de La Antena y Las Compañías, explica el aumento de cultivos de marihuana en los valles transversales de la región, que se ha posicionado como una de las grandes zonas productoras de esta sustancia ilícita.
«Nosotros como Brigada Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado, en nuestros datos duros hemos experimentado un aumento de la producción nacional de cannabis procesada a raíz del cierre de fronteras por la pandemia que se extiende a nivel global y que ha hecho necesario redoblar nuestros esfuerzos para poder combatir este flagelo», relata.
Sostiene que «al cerrarse las fronteras ha aumentado la producción nacional, y lo hemos experimentado de acuerdo a nuestras investigaciones».
En la región, la producción marihuana se concentra en la provincia del Choapa, aunque igual se extiende en Limarí y Elqui, «eso se refleja en el Plan Cannabis, que ha tenido exitosos resultados, y en realidad podemos estar meses y meses tratando de erradicar todas las plantaciones y cultivos en estos sectores de difícil acceso, en donde los recursos que se emplean son bastantes».
«Es todo cíclico, está el cultivo, después el proceso y la distribución del trafico barrial, que tanto afecta a la comunidad», agrega.
Respecto al modus operandi, el comisario explica que «esta zona geográfica es muy propicia, por sus características montañosas y escarpadas, para el cultivo de cannabis, cuyo cultivo ha aumentado por el efecto pandemia».
«Lo que analizamos en primera instancia era que abril y mayo eran los meses de mayor producción, pero con esto se desmitificó, porque es durante todo el año, y lo pudimos ver en la operación Manto Verde II, durante el fin de semana, donde logramos detectar e intervenir los acopios más importantes que se han encontrado en la región, con un total de 423 kilos de cannabis procesada que se encontraba lista para ser distribuida a diversos receptores de la Región Metropolitana».
Así, la Región Metropolitana y alrededores son los principales centros de distribución, «hemos establecido que son una especie de cooperativa, donde bandas criminales dedicadas al tráfico de droga se van abasteciendo mutuamente, en donde existe producción en la Quinta Región, pero cuando hay poco abastecimiento o poca cosecha, toman contacto con nuestra región y se van abasteciendo para hacer llegar la droga a los receptores finales, que están mayormente ubicados en la Región Metropolitana».
«Son vínculos delictivos confirmados, donde hemos logrado detectar, desarticular y debilitar a estas organizaciones desde su estructura y lograr la detención del último eslabón de esta cadena», agrega.
Respecto a la forma de detectar las plantaciones, comenta que existen diversas estrategias de iniciar las investigaciones, siendo la más común el acercamiento a la comunidad, «lo que nos ha dado excelentes resultados es el Denuncia Seguro, donde entregan datos realmente relevantes y son los mismos lugareños quienes georrefencian las plantaciones de Cannabis, y posteriormente con la orden de investigar se utilizan todos los recursos disponibles en nuestra institución para utilizar helicóptero, realizar vigilancia, dirigirnos a los lugares para verificar la denuncia».
Las otras drogas
que circulan
En base a datos de la PDI, comparando los 7 primeros meses del 2020, de cocaína base hubo una incautación de 83 kilos, versus este año que a la fechan van 786 gramos, que no alcanza a ser un kilo.
En cuanto al clorhidrato de cocaína, durante el 2020 se incautaron 12 kilos y a la fecha van 5 kilos, «aquí resalta de sobre manera la cannabis procesada, porque la cocaína base tiene su origen en nuestros países vecinos, que son grandes productores, que sabemos que es Perú y Bolivia, y esto nos da entender que cuando hay desabastecimiento de una sustancia, cambia el tipo de droga y no se detiene en ningún minuto y la estrategia está mutando», explica.
La importancia
de denunciar
El comisario de la PDI destaca además la importancia de la denuncia que los mismos vecinos hacen, «la entrega de la información de la comunidad para nosotros es tremendamente valiosa, porque son los que están afectados día a día con este flagelo del narcotráfico, del crimen organizado, enfrentamiento entre bandas rivales con armas de fuego».
«La ciudadanía está aburrida que siga imperando la delincuencia y se ha atrevido más a denunciar y entregar información de manera anónima por la plataforma de Denuncia Seguro, que nos reportado excelentes resultados con esta valiosa ayuda de la comunidad» concluye.