La alcaldesa electa de La Serena tuvo que presidir la sesión llevada a cabo el día de ayer. Se trata de la primera tras las elecciones del fin de semana, en la que triunfadores y ex adversarios se vieron las caras.
Por primera vez, como alcaldesa electa de La Serena, la actual concejala Daniela Norambuena ocupó el sillón edilicio. Como si el tiempo quisiera adelantarse, a tres días de vencer en los comicios llevados a cabo el pasado fin de semana, la militante de Renovación Nacional presidió el concejo comunal en calidad de integrante más votada.
¿Tensión?
En un principio se podía prever un concejo marcado por la tensión, debido a que en el interior hay colegiados que fueron derrotados por Norambuena, y esta fue la primera sesión en la que -aunque no como alcaldesa- se sienta en el lugar que ocupará los próximos cuatro años, mirando cara a cara a sus, hasta hace pocos días, adversarios, la dinámica no tuvo tintes de ambiente enrarecido ni mucho menos, ya que todos los temas se discutieron con altura de miras, con cada uno en la posición que le corresponde, donde la ciudadanía eligió que debían estar.
Culto a Norambuena
Como es habitual, y lo hizo también durante toda su campaña, la alcaldesa electa subió la fotografía de la sesión que la tuvo a ella como subrogante a sus redes sociales, y en los comentarios sus amigos y adherentes le rindieron pleitesía.
«Llegando al municipio con mucho afecto y alegría de que nuestros concejales y vecinos tengan las ganas de trabajar para La Serena. Tenemos mucho, que hacer!!! (…) Como la Concejal Primera Mayoría del actual periodo, me toca presidirlo, ya que quien llevará las directrices es el alcalde (s) de la actual administración, a quien pueden ver a mi lado derecho», escribió Norambuena acompañando la imagen en que aparece junto al administrador municipal Luis Henríquez.
«Qué emoción Dani!! Últimos concejos como concejal!!! Y ahora a hacer historia como la alcaldesa que le cambiará la cara a esta ciudad», le replicó un conocido militante UDI, a su correligionaria de pacto en Chile Vamos. Todos los comentarios iban en esta misma línea y tenor.