Cerrado por meses para el turista por culpa de la pandemia, ayer se dio el vamos como atractivo turístico del valle de Elqui. «Costó que llegara este día», dijeron.
Por fin abrió el embalse Puclaro después de meses. Y con ello, las actividades turísticas. Para quienes trabajan ahí, la agrupación de artesanos, una nueva oportunidad.
Fueron meses de incertidumbre, de cerrar sus puestos de trabajos y esperar, o trabajar en otra cosa, mientras la situación sanitaria mejoraba. Y así fue, pues ayer con la reapertura estaban felices. Y recibieron a los primeros turistas, quienes se mostraron encantados de volver.
«Personalmente no salgo desde que comenzó la pandemia, y es una buena oportunidad y justo tuvimos la suerte de que se abrió el embalse», cuenta Jessica Álvarez, Técnico de Enfermería del Cesfam Juan Pablo II de Las Compañías, quien se dirigía «al Museo Gabriela Mistral, después al valle de Elqui, y al hotel de Vicuña. Ya el domingo regresamos a la ciudad».
Susana Alday es de Vicuña y lleva trabajando 18 años, de los 20 que funciona la feria. «Estamos muy contentos de la reapertura, del apoyo que hemos tenido de todas las entidades y en realidad tenemos todas las ganas y haremos todos los esfuerzos para que todo salga bien», dijo.
Para ella, «más que sensación, tenemos la esperanza de que nos vaya súper bien, que la gente venga a visitarnos. Costó que llegara este día, y harto, porque nosotros vivimos de esto, tenemos familia, hijos estudiando, somos cabezas de muchas familias, así que estamos felices de que se haya abierto y que sigamos avanzando, y en grupo, que es lo más importante».
Trabajar en la casa
Al igual que Susana, Sara Rojas esperaba con ansias y nerviosismo.
«Estamos recién retomando, viendo el asunto del aforo, que la gente sea obediente. Nosotros trabajamos hasta febrero del año pasado, y desde ese momento no hubo oportunidad de abrir, aunque con los meses se intentó un fin de semana, pero no resultó, así que llevamos mucho tiempo con nuestros locales cerrados», afirmó.
Mientras tanto, «tuvimos que apegarnos a lo que nos daba el Gobierno y trabajar en la casa, haciendo cosas para que una vez que se abriera pudiéramos tener un stock. Incluso teníamos muchas plantitas y ahora vamos a comenzar a regarlas para que el entorno se vea bonito».
Elías Catalán se dedica a la venta de miel y mermelada de copao. Lleva tres años en su puesto, «donde hacemos toda nuestra artesanía, nuestros productos, así que estar un año cerrados fue complejo. De verdad que nos afectó, entonces que hoy (ayer) se pueda abrir, es bueno y una oportunidad para volver a surgir».
Agregó que «yo estudié turismo, y mi trabajo, mientras estuvimos cerrados, fue manejar algunos paquetes turísticos, pero mi punto fuerte es lo que hago ahora, la venta de estos productos de la naturaleza, así que se sintió mucho el tiempo que estuvimos sin trabajar».
No fue benigno
También entusiasta estaba Alejandra Marín, gerente de la Junta de Vigilancia del Río Elqui, puesto que «había mucha presión por volver al embalse, porque es un punto que ha funcionado prácticamente desde el año 2000, y hay artesanos que están acá desde ese mismo año, así que constituye un punto súper frecuentado».
Respecto al embalse en sí, afirmó que «este es un embalse que abastece de agua a las ciudades de La Serena y Coquimbo y atrae actividades turísticas, como los trabajos de los artesanos, por ejemplo, pero de igual forma deportes náuticos como el windsurf y kitesurf. Sin embargo, hoy estamos con una acumulación de 91 millones de m3, lo que equivale a un 42%. El invierno no fue benigno en términos de precipitaciones de nieve y lluvia, por lo que hoy los embalses están cumpliendo su función, que es asegurar el agua para el riego y para las ciudades de La Serena y Coquimbo».
Angélica Funes, directora regional de Sernatur Coquimbo, señaló que «como servicio estamos haciendo semanalmente y anotando algunos sondeos, y ya casi tenemos para el valle de Elqui un 78% de reserva, a poco más de dos semanas de la llegada de nuestras Fiestas Patrias…».
