En una visita en terreno el presidente de la Corte de Apelaciones de La Serena, Vicente Hormazábal, supervisó la última etapa del traslado de los tribunales a su nueva dirección en Santiago Trigo 551.
El ministro Hormazábal destacó el positivo impacto que el nuevo recinto tendrá para los usuarios y en quienes trabajan en él más de 70 personas. «El funcionamiento de los juzgados civiles y de familia en un edificio más amigable impacta positivamente también en los funcionarios, administrativos y jueces, ya que estar en un lugar con mejores instalaciones, mayor iluminación, más comodidad, significa un aliciente para venir a trabajar y redunda en una mejor atención al público».
En el caso de los tribunales civiles, que reciben un promedio mensual de ingreso de 232 causas cada uno, uno de los principales beneficios será contar con el servicio de los tres juzgados en el mismo lugar. Así lo manifestó el magistrado del Primer Juzgado Civil, Jorge Vera, «Es un cambio muy importante que está experimentando la justicia civil a partir de hoy, es un edificio que concentra a los tres juzgados civiles de Coquimbo, lo que facilita mucho la tramitación para el usuario, haciendo accesible a la comunidad la llegada a los tribunales y a la justicia», señaló
Cuenta con un diseño sostenible, con tecnología eficiente y amigable con el medio ambiente, sistemas de climatización, y accesibilidad para personas con discapacidad, además de un acceso diferenciado para intervinientes, funcionarios y público, características que destacaron los usuarios que fueron atendidos en las nuevas dependencias.
«Me parece un avance, no sólo para el Poder Judicial, sino también para la ciudad de Coquimbo; es un edifico que se destaca por su diseño y a los usuarios nos permite encontrar todos los servicios en un mismo lugar», señaló Jaime Gutiérrez, receptor judicial, que tramita habitualmente en los juzgados civiles de Coquimbo.
En el Juzgado de Familia, en tanto, una de las novedades es que contará además con sala Gesell, especial para las declaraciones de niños, niñas y adolescentes, en un edificio de cuatro pisos con toda la comodidad para dar respuesta a las 670 causas que en promedio ingresan mensualmente al tribunal.
«Para nosotros como funcionarios es un regalo, estuvimos 11 años trabajando en dependencias que no eran arquitectónicamente favorables y hoy estamos muy contentos, nos sentimos valorados y renovados, lo que nos da impulso para continuar con nuestra tarea», manifestó la magistrada Ximena Marzal.