Un recorrido por sus obras en el centro de La Serena realizó ayer la escultora y pintora, Federica Matta. Su objetivo fue conocer el real estado de las 12 esculturas que trajo a la zona el año 2006 y ver alternativas de mejorar la forma en la que la comunidad puede conocer el sentido que tienen.
«Hoy hemos recorrido el camino de las flores, para continuar con el trabajo que empezamos hace más de ocho años. Este es un camino que comienza con la energía del mar y que al final llega a la poesía de Gabriela Mistral y el Valle de Elqui. Las flores necesitan restauración porque con todos estos años los elementos se han deteriorado y se necesita cuidarlas. La idea es poner bancos abajo para que sean utilizadas también como punto de encuentro», indicó la artista.
«La idea es poder nombrarlas, ponerles unas pequeñas señaléticas que permitan que la gente pueda saber cuál es sentido. Hoy con los métodos modernos podemos hacer una relación de cada flor por internet para que sea divertido para la gente. Necesitamos comunicar mejor», afirmó Federica Matta.
Para hacer la restauración de las obras se trabajará con Isabel Correa, historiadora del arte. «La obra no está en un mal estado de deterioro, no ha tenido mantención por lo que tiene rayas, ha perdido pintura, tiene suciedad superficial adherida pero que puede ser retirada con limpieza mecánica. Puede ser restaurada, pero lo más importante es que la gente pueda tener una revalorización de la obra porque muchas personas no la conocen», indicó la experta.
Una parte importante de la restauración tendrá que ver con la recuperación de la pintura. Cabe destacar que se trata de pintura industrial utilizada en las motos y que tiene mucha resistencia a la intemperie. Para mantener los colores, la restauradora utilizará los colores originales de la obra.
Cabe destacar que a partir de la polémica surgida en torno al retiro o mantención de las obras en el centro de La Serena, la Oficina de Patrimonio ya entregó un informe al alcalde Roberto Jacob, quien lo deberá poner en tabla en el próximo Concejo. De esta manera las alternativas que deberán evaluar los concejales serán: mantenerlas en el mismo lugar o trasladarlas en su conjunto a otro lugar.
Un trabajo que simplemente se enquistó en la ciudad, descontextualizado del ser y sentir ciudadano, con un acto de imposición de un alcalde. En 11 años no ha suscitado ningún apego, señal clara de su escaso arraigo. Buscar una ubicación más acorde parece ser el camino más consensuado.