Sujetos calificados de desalmados por el municipio de Ovalle apedrearon el polideportivo quebrando numerosos vidrios, hechos ocurridos en la madrugada del pasado viernes.
La pedrada afectó a las instalaciones del recinto deportivo, que se encuentra en la población Anfa I.
El alcalde Claudio Rentería hizo un llamado a cuidar las instalaciones, pues sirven para que la juventud haga deporte y se aleje de los flagelos de la droga y el alcohol.
Preocupados se encuentran los integrantes del Polideportivo Ángel Marentis Rallin, ya que el pasado viernes fueron víctimas de ataques, con piedras, por un grupo de desalmados.
Fue en la madrugada de pasado viernes cuando los sujetos lanzaron los proyectiles que afectaron techumbres y algunos ventanales del recinto, inaugurado hace pocos meses.
Esta es una obra vecinal levantada para darle un espacio a diversas disciplinas deportivas y evitar que los jóvenes caigan en los flagelos de la droga y el alcohol.
El administrador, Cristian Rodríguez, sostuvo que «es una pena lo que sucedió, porque nosotros estamos haciendo hartas actividades deportivas para la juventud y no queremos que con este tipo de hechos, se vean empañadas nuestras iniciativas que fomentan el deporte, principalmente, en niños y jóvenes».
Recordemos, que el Polideportivo Ángel Marentis fue adquirido gracias al programa Chile Entrena, que llevó a cabo el Gobierno, hace un par de años, y tuvo una inversión de 1.700 millones de pesos, que incluye modernas instalaciones e implementación de primer nivel.
La administración está en manos del municipio de Ovalle. Con respecto a esta acción delictual, el alcalde Claudio Rentería manifestó su repudio e indicó que «no permitiremos este tipo de ataque de desalmados, que se esconden en el anonimato, los denunciaremos, porque no es posible que destruyan un lugar que le sirve a toda la comunidad». El jefe comunal indicó que «solicitaremos mayor presencia policial por parte de Carabineros y esperamos que este hecho sea aislado y no vuelva a ocurrir. A la vez, le solicito a los vecinos que denuncien estas acciones y cuiden los lugares públicos».
El hecho lamentable es que por seguridad, los trabajadores del recinto deportivo tienen que tapar los ventanales de la entrada para evitar daños mayores.