La presidenta de la Organización de Padres de Niños Oncológicos está preocupada, pues advierte que el Covid-19 es una amenaza real para ellos. «Ya no sabemos qué más hacer, pues dependemos de las autoridades y nadie me está escuchando, nadie nos está dando respuestas», avisa.
El Covid-19 es una amenaza para toda la población. Pero para los pacientes con cáncer, con un sistema inmunológico a menudo debilitado por la enfermedad y por los tratamientos, lo es aún más. Por eso el temor en sus familias, que dicen sentirse abandonadas.
Elena Bolados, presidenta de la Organización de Padres y Niños Oncológicos de la región de Coquimbo, es tajante cuando se refiere a esta situación. Porque no sabe si está enojada o decepcionada. Sí dice estar «con mucho miedo, porque estamos completamente solos en la región con respecto al tema de los niños oncológicos».
Dentro de lo malo, algo bueno. «Hemos tenido comunicación directa con los profesionales del Hospital Roberto del Río -en Santiago-, puesto que ellos se están comunicando con los padres, y nosotros como organización hemos sido un nexo para los controles, como por ejemplo saber si se van a suspender y conocer qué pasa con los exámenes, así que desde Santiago están entregando las indicaciones», cuenta.
No tenemos nada
No sabe si es la situación sanitaria que está afectando al mundo o la indolencia la que la tiene afectada. Esto, porque ayer desde Santiago viajó una mamita con su hijo, que tuvo un protocolo de quimio, «pero lo hará en un bus convencional. Un niño con cáncer, de siete años, que viaje en un bus en estos momentos, es un suicidio. Y nadie nos da respuesta».
Reconoce que se comunicó con la asesora de la intendenta respecto a cómo iban a viajar en caso de hacerlo, saber si es que existía un protocolo, «y me dicen que del Servicio de Salud tienen uno, pero resulta que acá no tenemos nada; no tenemos un médico oncológico, no tenemos preferencia en los hospitales, en urgencia. Imagínate que hay niños que tuvieron que pedir a Santiago permiso, o un certificado, para que le pudieran dar la vacuna, ya que se la negaban, así que hoy todo es incertidumbre para estos padres, más aún con la situación que se está viviendo en el país».
Desde que comenzó la alerta del Covid-19 en la región, Bolados afirma que han estado apoyando con mercadería y con mascarillas a algunas familias, pero lamentablemente «ya no tenemos más, entregamos todo lo que teníamos. Me comuniqué hace unos días con el diputado Francisco Eguiguren para ver si nos podía apoyar en algo, ver cómo hacer un protocolo para estos niños. ¿Qué pasará en las noches en una emergencia? No sabemos cómo se trasladarán, los padres se comunican conmigo, pero ya no sé qué respuesta darles».
Para la agrupación, ideal sería tener el bus prometido, pero tuvo que ser devuelto el año pasado porque no reunía las condiciones para que los niños viajaran de manera segura y cómoda, «ya que no estaba equipado para estos niños y para largos viajes», sostuvo.
Además, manifestó Bolados que «desde la intendencia me dijeron que me guiara por el protocolo del Servicio de Salud, ¡pero no tenemos protocolos! Y nos ha pasado que una chiquita fue al hospital y tuvo que esperar en el auto porque en su interior estaban las personas en situación de calle con sus perros, así que no hay prioridad en la atención de urgencia. En estos momentos los alcaldes están súper ocupados, que son los más cercanos a las familias, y quienes deberían estar apoyando, pero ahora el coronavirus es el que tiene prioridad en todo…».
Advierte que hay padres que no tienen mascarillas. Tampoco sabe de dónde sacar más insumos para entregarles a estas familias.