Se acerca el frío invierno y con ello las enfermedades respiratorias afectando mayormente a adultos mayores y niños, esto conlleva a un colapso en los hospitales por las urgencias que existen habitualmente. El Hospital «San Pablo» de Coquimbo no es la excepción, además debido a la sobrecarga de pacientes la atención es lenta tanto en controles como en la entrega de remedios y urgencias, y a esto se le suma la carencia de camas para los enfermos.
UN BOTON DE MUESTRA
Yaniza Yañez, hija de una paciente, explicó el caso de su madre «le dio una trombosis en la pierna izquierda y al traerla la atención fue muy lenta y antes de la hospitalización en el servicio de urgencia fue regularmente mala, además tampoco hay camas, mi mamá estuvo 2 días esperando cama, lo cual le complicó mucho porque ella tenía que estar inmóvil, no se podía mover porque corría el riesgo de que la trombosis le subiera al pulmón y al corazón y tuvo que esperar todo 1 día una camilla en la sala de urgencia».
El Director del Hospital «San Pablo», Dr. Eduardo Nieme, señaló ante esta escenario que deberían tener alrededor de 360 camas en el Hospital y que esto junto con otras precariedades lo tenían contemplado pero que después del terremoto del 27F todos los recursos tuvieron que ser redestinados urgente y ahora están en la etapa de hacer estudios para normalizar el Hospital.
Además sostuvo que tenían 308 camas y hace poco abrieron 3 más en siquiatría y 2 más en la Unidad Intermedia de Pacientes Críticos por lo que en total tienen 313.
Ahora lo que están esperando es la Central de Monitoreo, que es un computador donde tienen la visión directa de los pacientes que tienen hospitalizados en las Unidades Críticas para aumentar en 4 camas más, por lo que quedarán con 317 camas y con eso podrán paliar en parte esta compleja situación.
LOS REMEDIOS OTRO PROBLEMA
Por otra parte, Carmen González, que se atiende desde hace años en el hospital, afirmó que con respecto a la atención lo que encuentra malo es en la entrega de remedios «se demoran demasiado, ahora he venido 3 veces y me he tenido que ir por tener que ir a buscar a mi nieto al colegio, son casi 200 personas antes y en urgencia es lento también».
Nieme aseveró que están haciendo varias estrategias, ya que existen más requerimientos por la parte de farmacia y destacó que es el espacio físico el que les ha ido quedando estrecho pero no la falta de medicamentos, aunque se ha aumentado el recurso humano, sin embargo, esto lo reforzarán con la llegada de dispensadores automáticos, los que ayudarán a agilizar y a optimizar la entrega de fármacos. Otra de las primicias es que terminaron con el plano arquitectónico y ahora van a licitar la ampliación de la farmacia y creen que ya para junio o julio estarían ya con la dispensación automática.
Esta inversión tiene un costo cercano a los 1600 millones y se va a implementar en los 3 Hospitales más grandes de la región, Coquimbo, de La Serena y de Ovalle.
EL PROGRAMA SALUD
Otra novedad que ayudará a mejorar la atención es el programa «SAUD» (Servicio de Atención de Urgencia Diferido), plan piloto del Ministerio de Salud que utilizaron el año pasado para atender a los pacientes que no tenían urgencias y que obtuvo excelentes resultados, funcionaba todos los días durante 8 horas desde las 13 horas hasta las 21 horas y sirvió para descongestionar la cantidad de pacientes que son cerca de 330 diarios sólo en el Servicio de Urgencia.
Esa vez se hizo con recursos ministeriales pero ahora el hospital hará un esfuerzo y van a reactivar este programa durante la campaña de invierno con recursos propios en un horario similar.
HAY SOBRECARGA EN URGENCIA
Si bien el hospital tendrá mejoras para la comunidad, el Director subrayó que la sobrecarga de pacientes en urgencia provoca la lentitud de la atención y esto dijo, es un problema cultural ya que la gente no asiste a sus consultorios por atención primaria para que el Hospital pueda atender las verdaderas urgencias y así puedan tener una atención más rápida y eficiente.