A toda máquina, un concierto de martilleos, autos, camionetas que van y vienen, ambiente de nerviosismo es el que se respiraba anoche en la Pampilla, a horas que se dé el vamos a la maratónica celebración dieciochera, la más grande del país.
Por: Marcelo Ahumada
Un festejo patrio sin chicha no vale, lema que comparte Daniel Herrera, quien llegó con su chichería «El Arrepentido», junto a su familia desde San Felipe.
«Mi chichería se llama así porque uno, al final de la fiesta, dice, estoy arrepentido de haber tomado tanto (risas), pero nuestro producto es la mejor chicha artesanal de San Felipe que cumple con todas las medidas sanitarias y que cumple con las expectativas del degustador (risas)».
Ofrecerá el «terremoto» a base de vino pipeño, helado y otros brebajes… (piña y la granadina).
Sólo para valientes tendrá la réplica y el tsunami.
Desde Tierras Blancas, viene el empresario, Miguel Mondaca, instalado al frente del conocido restaurante «Estrella Azul», comida típica como asado y la cazuela.
«Ya cumplimos 15 años en la Pampilla, por eso regresamos nuevamente. Somos los más antiguos porque un vecino que venía con su local hace 20 años está enfermo. Las Delicias y los Gordos no vienen, por eso nosotros vamos a representar a los locatarios más antiguos». Su proyección es atender a 5 mil personas. «Una cosa sí, vamos a trabajar con 8 garzones y 5 cocineros con 40 mesas»…
Con una extensión de 50 metrosde largo por 15 de ancho, la fonda «Babylon» pasa a ser una de las más grandes del área, extensión que a juicio de su dueño Héctor «Chanchín» Rojas se explica por el gran éxito que tiene desde que llegaron hace dos años.
«Tendremos la mejor energía y buenas vibras a quienes nos visiten. Estamos contentos por la gran cantidad de gente que esperamos convocar. Vamos a respetar los precios del año pasado. Tendremos un restaurante diurno con comida chilena con 90 mesas.