
Fruta típica de la zona cuenta con propiedades medicinales y cicatrizantes. Podrían crear fármacos que luchan contra el cáncer y ayudar a curar al pie diabético.
Carlos Edmundo Salas Bravo, investigador de 81 años, es licenciado en Bioquímica y Farmacia de la Universidad de Chile y Doctor en Ciencias Biológicas Universidad de Chile y Universidad de Michigan. Se ha dedicado a investigar las propiedades de las papayas desde finales de la década de 1980.
Con un grupo de académicos integrado por chilenos y brasileños, se interesó en esta especie por poseer un alto nivel de enzimas proteolíticas, las cuales ayudan a la digestión de las proteínas en los alimentos.
Las proteasas (enzimas proteolíticas) poseen aplicaciones industriales y farmacológicas, de ahí el interés para estudiarlas.
Inicialmente fue identificada una fracción que denominaron P1G10, esta fracción derivada del látex del fruto es capaz de estimular el crecimiento celular y se pudo demostrar que promueve la cicatrización de heridas causadas por calor (quemaduras), erupciones de piel, lesiones gástricas o heridas menores en la piel.
Estudios clínicos en humanos más recientes confirman la acción cicatrizante de P1G10 en fórmulas para tratar úlceras crónicas denominadas pie de diabético, en que el afectado presenta dificultad para cicatrizar.
Según el Dr. Carlos «los indígenas que poblaban esta área de las Américas lo sabían y ya utilizaban este principio en fórmulas para tratar varios síntomas, pero con la llegada de la colonización europea, todo este conocimiento desapareció gracias a la «sabiduría» de los colonos inmigrantes».
Otro gran descubrimiento que han tenido es que P1G10 posee actividad antiinflamatoria de forma genérica y en particular en quemaduras de piel causadas por radiación UV solar. Propiedad que podría ser fundamental para futuros fármacos que combatan el melanoma.
Por otra parte, P1G10 posee actividad antitumoral y anti-metastásica la cual está probablemente relacionada con su actividad antiinflamatoria. Todos los descubrimientos anteriores se han demostrado en modelo animal.
Estos resultados sugieren un potencial terapéutico para este producto originario de la zona otorgándole valor agregado a quien visite el Valle del Elqui y que podría catapultar a la región de Coquimbo como líder en exportaciones de papayas para usos farmacéuticos.