Luego que la Comisión Externa del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), entidad encargada de revisar el Censo 2012, diera a conocer el informe sobre el proceso, en donde concluyó que un 9,3% de las personas no fueron censadas, recomendó la realización de un censo abreviado de población y vivienda para el 2015.
La presentación de estos problemas generó bastante molestia entre los parlamentarios de oposición, quienes cuestionaron la espectacularidad con que se anunció, y llamaron al gobierno a asumir todas las responsabilidades políticas del caso.
La diputada y actual candidata al Senado, Adriana Muñoz, enfatizó que el gobierno se encargó de anunciar con bombos y platillos que se realizaría el «mejor censo de la historia», sin embrago esto se transformó en «una gran estafa para el país, ya que este censo fue financiado con 60 millones de dólares, además también fue una estafa para lo que significa la definición de políticas públicas que Chile necesita con el propósito de favorecer a los sectores más postergados del país».
El presidente de la Cámara Alta, Jorge Pizarro, en tanto, exigió «un mínimo de humildad del Gobierno» ante los graves errores detectados, agregando que «el Presidente, el entonces ministro de Economía Longueira y el propio director (del INE) que tuvieron que echar (Francisco Labbé) decían que éste había sido el censo más exitoso, más grande, más preciso de Chile y el mundo, entonces uno dice: ¿Hasta cuándo se sigue jugando con una institucionalidad que es básica para un país que –se supone- quiere ser serio?».
Asimismo, el senador DC añadió que «el mejor censo de la historia resultó, entonces, un fiasco. El Gobierno de la excelencia dio una nueva muestra de total ineficiencia. Hace rato que Chile se dio cuenta que el Gobierno de excelencia era solo un titular de campaña, hemos sido testigo de demasiados chascarros».
En juego imagen internacional del país
Como muy preocupante para la imagen del país y para la implementación de políticas públicas, calificó el diputado Matías Walker el que el Censo no sirva y deba realizarse nuevamente.
El parlamentario dijo que a partir de la manipulación en el Censo hay una pérdida en la imagen externa del país y en la credibilidad de nuestras instituciones. «En base al censo se adoptan las políticas sociales, se determina la distribución del fondo común municipal, por ejemplo, en favor de las comunas más pobres (…) esto se suma a los problemas que ya hubo con la realización de la encuesta Casen para medir la pobreza», indicó.
Muñoz igual coincidió con el diputado DC, agregando que «lo ocurrido es muy grave para el prestigio de Chile, para la credibilidad de nuestras cifras y mediciones, y sobre todo, para el diseño y evaluación de programas públicos, especialmente los destinados a enfrentar la pobreza y necesidades sociales».