El gasto público de la región durante enero fue de un 0% mientras que en febrero llegó al 4,5%, siendo la más baja del país. Tras la cifra, consejeros regionales afirman que «seguimos cayendo en lo mismo que en años anteriores». Por otro lado, critican la contratación de una nueva administradora regional que viene con un sumario de Contraloría desde la municipalidad de Punitaqui.
La ejecución presupuestaria del Gobierno Regional de Coquimbo fue un tema polémico durante gran parte del año pasado, que si bien terminó en un 95%, a lo largo del 2022 fue la más baja del país durante varios meses seguidos.
Al comenzar el 2023 la cifra del gasto público del Gobierno Regional nuevamente se posiciona como la más baja del país con un 4,5%, algo que para Javier Vega, consejero regional y presidente de la Comisión de Presupuesto, «es de preocupación nuevamente para el Consejo Regional».
«Sabemos que esta apreciación es muy pronto, pero debemos poner los énfasis porque entendemos que el año pasado se ejecutó el 48% de los recursos durante el mes de diciembre y eso no puede seguir pasando» recalca.
Agrega que «tenemos que buscar alternativas de generar equilibrios en el gasto del presupuesto y además en la distribución equitativa de los recursos en cada una de las comunas».
«Estamos preocupados porque no se había levantado una cartera de proyectos, y recién este martes en la comisión se presenta una que va a empezar a avanzar en varios meses más, porque tiene que pasar por todos los procesos establecidos para que los proyectos empiecen a andar desde la aceptación de Contraloría hasta la licitación que hacen los municipios y finalmente la ejecución del proyecto, por lo tanto, lo que aprobamos se verá reflejado quizá a mediados de año o en el tercer trimestre» sostiene.
Vega enfatiza en que hay proyectos que todavía están estancados, algunos que perdieron su RS y que están volviendo a salir como iniciativas nuevas como escuelas o el parque Oasis de Andacollo, tanto en Punitaqui como en otras comunas del Limarí.
«La preocupación tiene que ver con proyectos que son convenios colaborativos para concretar necesidades que tiene la región con los sectores, en este caso están los pavimentos participativos del Serviu que es un financiamiento donde no se ha otorgado la firma por parte de la gobernadora, también tenemos el convenio de salud donde había un tiempo acotado para que sea firmado y tampoco ha ocurrido» sostiene.
Recalca que «sabemos que las obras relacionadas al tema de la salud como los Cesfam, los hospitales o ambulancias, el mismo programa de Parkinson, son proyectos que necesitan la aprobación a través del convenio y vemos que la gobernadora siempre espera hasta el último día y eso no nos hace bien. Por otro lado, el programa FNDR asociado al fortalecimiento minero que nuevamente ha estado trabado y no fue presentado este martes, en donde quedamos con tres convenios que ya están levantados pero no se ha firmado».
Por su parte, Francisco Martínez, consejero regional, comenta que «partimos con el pie izquierdo… En enero no hubo ejecución y febrero logramos un 4,5% lo que es súper bajo, en donde vemos una despreocupación de mejorar la situación que se llevaba durante los dos años anteriores».
«Hoy en día tenemos la ejecución más baja a nivel nacional y también si se compara con años anteriores que había sido sobre un 11% y volvemos a lo mismo, más encima nos vamos de vacaciones en febrero sin haber ejecutado nada en enero» destaca.
En esa línea, afirma que «hay convenios y proyectos que faltan por firmar que le hemos solicitado personalmente a la gobernadora que lo haga, y seguimos con el mismo el problema. Tenemos el convenio con el Minvu de reparación de las calles que están en una condición paupérrima y son $6 mil millones que están atorados desde el año pasado y que todavía no se firma, y si eso hubiera ocurrido tendríamos una ejecución bastante mejor que lo que llevamos ahora».
«Seguimos cayendo en lo mismo que en años anteriores, ya pasó el tiempo de prueba y a lo único que nos hemos dedicado es al vox populi, a salir en farándula ya que se hacen mesas y reuniones pero con cero ejecución, y creo que al tercer año de aprendizaje ya deberíamos ser primeros a nivel nacional con toda la experiencia que tenemos» dice Martínez.