En horas de la mañana de este sábado, una riña se produjo entre algueros de Playa Changa. Un venezolano quedó herido luego de ser atacado por otro extranjero, presuntamente de la misma nacionalidad. Se debió a una pugna por territorio.
Un montón de algas tipo pelillo habría sido la razón para que se desencadenara una pugna entre inmigrantes que se ganan la vida en un oficio que por años solo lo desarrollaban familias porteñas.
Según contó David Díaz, jefe de la seguridad municipal de Coquimbo, el afectado habría sido atacado con una tenaza, elemento que ocupan los algueros para sacar el recurso. El funcionario, quién inspeccionó en terreno la situación, da cuenta de una corte profundo en una de las piernas del joven alguero.
La situación es compleja en una de las playas más importantes de la comuna. El mercado de las algas creció de manera exponencial, y en tiempos de crisis muchos se atreven a incursionar en la pesca artesanal.
Sin embargo lo hacen de manera irregular, saltándose los pasos de Sernapesca y la autoridad marítima. LA REGIÓN evidenció una división entre los sindicatos oficiales en torno a la presencia de los nuevos compañeros de pega, provenientes mayoritariamente de Venezuela, Colombia y Haití.
Víctor Herrera Atela, Capitán de Puerto, reconoce un duro escenario en la actualidad, en el cual el organismo que representaría ya estaría tomando cartas en el asunto. La reunión de las próximas semanas sería clave para ir alineando una política pública en la cual espera contar con ayuda de varias autoridades.
«Me reuní en Playa Changa con los tres actores principales del rubro, las tres agrupaciones que usufructúan de forma regular el recurso. Esto fue hace tres semanas, instancia donde hablamos del problema. En ese contexto es que estamos desarrollando un plan de seguridad en la Playa Changa, y en un plazo de dos semanas hemos realizado un aumento de patrullaje al doble, diurno y nocturno, en donde podemos contabilizar que hemos estado alrededor de 4 horas en el sector para ver el tema de seguridad», dice.
La autoridad esboza que muchos de los problemas de seguridad y otros dilemas del mundo de los algueros estarían fuera de las competencias de la Capitanía de Puerto, por eso pide analizar el asunto de forma global, incluyendo sobre todo a las policías en las inspecciones.
«Tenemos un plan de trabajado funcionando en Playa Changa, no solo en tierra, también en el mar, estamos fiscalizando diariamente los sectores de áreas de cultivo y manejo, y además hemos revisado la totalidad de las resoluciones que ha entregado la autoridad marítima para el ingreso de vehículos motorizados a las playas, estamos metiendo todas las ganas de poder regular la actividad».
Descarta de frentón que funcionarios de la Armada hayan sido amenazados por inmigrantes relacionados al negocio de las algas.
Lo cierto es que hoy la Changa Beach está siendo escenario de riñas como la del sábado. «Cuando llegamos a fiscalizar las personas por lo general tienen los papeles en regla», agrega Herrera.
Pero ¿qué tiene este proceso de exportación para que sea tan tentador para los inmigrantes?. Dirigentes denuncian la presencia de camionetas en la Herradura o la Changa, sacando el recurso. Alga que termina finalmente como productos de cosmetología en Europa luego de ser procesada. Es en su proceso de origen donde los trabajadores ganarían más de 50 mil pesos al día, en una jornada normal.
«Debemos llegar a esas personas ilegales que están recogiendo algas para que pueda haber un ordenamiento, hemos dispuesta lancha, patrullas, nos hemos quedado en la noche, pero lamentablemente cuando nos vamos, perdemos la vista, pero necesitamos de otras autoridades como Sernapesca o la PDI», cerró el Capitán de Puerto.