Perfil de personalidad de los que traficaban con pornografía infantil: Llevaban una vida normal, eran hijos y padres de familia

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Las seis personas imputadas por producción y tráfico de fotos y videos con contenido de abuso sexual de menores, fueron apresadas en sus hogares, en un allanamiento en simultaneo en Las Compañías, San Joaquín, Punta Mira y la Parte Alta. También en Ovalle

Fueron allanamientos en simultaneo. En la Arboleda, San Joaquín y Las Compañías, en La Serena. En Punta Mira y la Parte Alta, en Coquimbo. También en Ovalle.
Nueve domicilios y más de 520 mil fotografías y 8 mil videos con niños, niñas y adolescentes víctimas de agresiones sexuales explícitas.

En los hogares, sorpresa. Impotencia y rabia de las familias.

Todo se hizo sin altercado. Incluso, detectives golpearon la puerta. En otros domicilios se tocó el timbre. «Buenas tardes, somos funcionarios de la PDI y venimos con una orden de entrada y registro…».

«Sí, yo soy», dijo uno de los imputados cuando detectives de la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales, junto a la Brigada del Cibercrimen Metropolitano de la PDI, ingresaron al domicilio y preguntaron por su nombre.

«Así se trabaja en este tipo de delitos», cuentan desde la PDI. «No así cuando se trata de tráfico, por ejemplo», agrega.

Al final, seis detenidos por producción y tráfico de fotos y videos con contenido de abuso sexual, luego de una operación denominada «Ruta del Abuso».

Víctimas del grooming

En su mayoría, todos con una vida normal. Incluso, uno de los detenidos vivía con sus padres adultos mayores. Otro era profesor de biología; un artesano y un guardia de seguridad. Hijos y nietos tenía otro de los imputados, pero no vivían con él.

Un delito que para la PDI es más habitual de lo que se cree, y que han sido investigados «sobre todo ahora en las condiciones que hemos estado con la pandemia, donde han aumentado considerablemente», dijo la inspectora de la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales, Yahanara Silva.

Sin embargo, agrega que «lo importante es poder tener una visión de que hay muchos niños, niñas y adolescentes que son víctimas del grooming, que es cuando sujetos se hacen pasar por menores de edad y les piden o tratan de tener coincidencia con la víctima, por lo que comienzan a pedir material de explotación sexual con la finalidad de poder satisfacer las necesidades de estos agresores y, a través del chantaje y las amenazas, se empiezan a incrementar estas solicitudes».

En el caso de estos imputados, quienes quedaron con las medidas cautelares de firma mensual, arraigo nacional y prohibición de acercarse a establecimientos educacionales y de salud donde asistan menores de edad, «fueron detenidos por distribución y almacenamiento, no por generar contenidos. ¿Podrían haber llegado al contenido? Eso es materia de la investigación. Pero había mucho material de videos e imágenes que fueron periciados por el Cibercrimen y claramente en el caso de las personas que generan este tipo de contenido, se basaron a través de las amenazas o extorsión para que les vayan facilitando este tipo de contenido».

Buscando más

Explica la policía que «toda persona que descargue y almacene este tipo de contenido, tiene que tener algún conocimiento y tecnicismos acordes a las necesidades para poder contener y almacenar este material. Si bien estas parten con el almacenamiento, estas personas siempre van a querer tener una mayor calidad del contenido y por eso no se puede descartar que el día de mañana puedan llegar a cometer un delito todavía más grave».

La Operación Ruta del Abuso obtuvo información a través de una plataforma de la mismísima Oficina Federal de Investigaciones, el mundialmente famoso FBI, que permitió detectar los domicilios donde fueron detenidas estas personas con el almacenamiento y distribución de pornografía infantil.

«Materializamos ordenes de entrada y registro a diversos domicilios de la región, debido a una investigación que se originó de la fiscalía local de Coquimbo, producto de una alerta que generó el FBI de descargas y almacenamientos de material pornográfico infantil».

Advierte la inspectora que «es bueno señalarle a la comunidad, sobre todo a los padres y adultos que tengan niños y niñas a sus cargos, que tengan el control de todo lo que se está teniendo acceso a los dispositivos electrónicos. De igual manera tener control sobre las cuentas de acceso, sobre las redes sociales, y monitorear constantemente estos dispositivos. Y al encontrar algún tipo de indicio de que estos niños puedan haber sido víctimas de cualquier delito, pero sobre todo de delito sexuales, es importante hacer la denuncia inmediata».

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