Autor de la obra que lleva algunos días en el tapete por la caricaturización de Pinochet y otros personajes, espera que el lienzo no sea borrado. «Este muro es de todos y es el único espacio que nos ganamos para expresar ese dolor».
Con su mural «La Medicina de Indoamérica al Tercer Milenio» que se encuentra en la Universidad Católica del Norte, en la Escuela de Medicina, Daniel Palominos, concejal de La Serena, obtuvo el primer lugar de la campaña «10 pinturas Universales en Chile» impulsada por el Bureau Internacional de Capitales Cultural.
Suyas son obras emblemáticas en Coquimbo y en La Serena. Su último trabajo, el memorial a Romario Veloz, asesinado por la bala de un militar en octubre de 2019 frente al terminal de buses de La Serena. Antes, el monumento a las víctimas de la Escuela Santa María de Iquique ubicado en la Plaza España, pero hace rato en mal estado tras un accidente vehicular.
Hoy, el pintor y también muralista se encuentra en el ojo del huracán por su lienzo en una de las murallas del cementerio municipal, bautizado como «Los horrores de la Caravana de la Muerte», donde caricaturiza la figura de Pinochet y otros personajes.
«Lo que hicimos es manifestar el dolor, una voz de protesta contra toda la injusticia, justamente porque acá la justicia no ha existido para los familiares de las víctimas que han deambulando buscándola por años».
A juicio de Palominos, «quien está comandando este movimiento es la concejala Daniela Norambuena, seguramente buscando réditos políticos, dejando de manifiesto su doble discurso, porque dice que La Serena es de todos y habla de democracia, cuando quiere callar la voz de unas personas que no tienen dónde expresarse. Ella y otros podrán borrar el mural, si es que lo hacen, pero jamás podrán borrar la historia».
Falta justicia
Los vecinos y algunos políticos de oposición han manifestado su malestar y «repudio» por el mural inaugurado el 16 de octubre, precisamente en conmemoración del paso de la infame Caravana de La Muerte por La Serena en 1973.
Por eso la inquietud de Palominos, que reitera: «Dicen que La Serena es de todos, pero quieren quitarnos ese pequeño espacio que nos lo ganamos y el alcalde (Roberto Jacob) tendrá que tomar conciencia, porque incluso hasta la abogada (Patricia Martínez) que participó en la exhumación de los restos de la fosa común del cementerio en 1998 se refirió al tema. Pero esta gente se pone del lado de los torturadores, de negar la historia. Acá lo que falta es justicia y que se debele la verdad. La derecha quiere tapar todos los lugares donde se pueda manifestar este hecho repugnante, hacerlo desaparecer del mapa…».
Años pintando y ejerciendo incluso la docencia, «pero nunca en la vida me había pasado una situación como esta. Incluso tengo una obra que es patrimonio y está en la Católica del Norte, en la Escuela de Medicina: «La Medicina de Indoamérica al Tercer Milenio», trabajo que hice hace como 15 años. ¿Otros? En el Domo, relativo a la Cultura Anima, museo en Coquimbo…».
Palominos espera que el alcalde no ceda a las presiones de la derecha, «pues sería un delito borrarlo. ¿Cómo ellos van a definir lo que uno puede expresarse? Eso ya es una medida fascista. Este muro es de todos, no de algunos, y es el único espacio que nos ganamos para poder expresar ese dolor y eso hay que ponerlo en el tapete, que nosotros tenemos derecho a expresarnos, y la forma de hacerlo es esa, pintando».