Diego Navarro Abarca, de 23 años, murió a las 3:00 horas de ayer en Quilimarí de Los Vilos en que residía, luego de ser agredido por el o los atacantes que le propinaron un corte con un arma blanca en el cráneo y le dispararon con un arma de fuego en el vientre, crimen que según la Policía de Investigaciones, PDI, estaría motivado por un posible «ajustes de cuentas» con la víctima.
El Subprefecto Jaime Rojo, jefe de la Brigada de Homicidios de la PDI de La Serena, que indaga el caso por orden de la fiscaliza, confirmó que previo a ser asesinado Navarro, estaba con su pareja y otra pariente, en una casa de pasaje La Paz, pero cerca de las 3:00, salió del inmueble tras recibir un extraño llamado por teléfono.
«Los antecedentes recabados señalan que la víctima se encontraba en horas de la madrugada en su vivienda junto a su polola, cuando recibe un llamado telefónico y decide salir a la calle. Minutos más tarde su pareja se preocupó y también salió a buscarlo, encontrando el cuerpo sin vida en un sitio eriazo cercano a la vivienda».
Si bien la pareja de Navarro no logró ver a los agresores, previo a encontrar al joven tendido frente a una casa a la altura cementerio, escuchó ladrar a perros que merodean el sector y a lo menos dos detonaciones que aparentemente eran disparos de armamento de fuego.
El baleado fue asistido a las 3:50 horas por paramédicos de la ambulancia del Samu del centro de salud local, que constataron que había perecido por una lesión de bala en el costado izquierdo del vientre, además tenía un profundo corte en la cabeza a la altura de la frente.
La denuncia fue presentada ante Carabineros, que informó al fiscal de turno que dispuso que la Brigada de Homicidios de la PDI, comenzara a recopilar pistas, con toma de declaración a posibles testigos y al círculo de cercanos al occiso para establecer alguna posible identidad y la ubicación de los perpetradores del hecho de sangre.