Fue el año pasado cuando el Plan Regulador de Coquimbo fue devuelto por Contraloría con 22 observaciones. Y antes ocurrió lo mismo. Y así, una y otra vez, perjudicando el desarrollo y la proyección urbana de la ciudad.
Pero tanto traspié llegó a su fin. «Gracias a un buen trabajo en equipo entre el municipio, los asesores urbanistas…», aseguró el seremi de Vivienda y Urbanismo, Hernán Pizarro.
Porque esta vez «se pudieron salvar todas las observaciones de la representación última que había hecho la Contraloría. Entonces ahora está todo ok, están firmados los planos, la memoria ya se fue al municipio para que el alcalde (Marcelo Pereira) pueda generar un decreto alcaldicio, para posteriormente ir a la publicación del Diario Oficial, que toma un par de días para entrar en vigor.
Lo cierto es que en un plazo de dos semanas o antes, estará como norma el plano regulador comunal de Coquimbo, que harta falta hacía».
Respecto al porqué de tanta demora, puesto que el plan regulador vigente en la comuna de Coquimbo data de 1984, Pizarro afirma haberse hecho la misma pregunta cuando asumió.
«Acá hubo una iniciativa original de renovar el plano regulador, que quedó en foja cero, y porque son instrumentos que requieren tener una elaboración bastante rigurosa desde el aspecto normativo y jurídico y para prestar ropa (ríe), porque tampoco estuve en esos procesos, primero debe haber una voluntad política de querer hacerlo y ponerlo como prioridad.
Estamos hablando del año 1984 y decían que sí estaba la voluntad, pero de haber estado creo que no pasan 35 años…».
Independiente de lo que pasó y los motivos de la demora, el secretario regional ministerial aclaró que «acá la buena noticia es que ya se aprobó el plano regulador luego de varios años, lo que permitirá hacer muchas cosas. Pero ¿qué se perdió en todos estos años? Coquimbo tiene un potencial muy grande, tremendo, y ese potencial no estaba siendo utilizado en su máxima capacidad. Es más. El Plano Regulador, por ser del año 1984, hoy era una piedra de tope para el desarrollo económico y social, y de todo el potencial turístico y productivo de la región.
Y ni hablar del borde costero. También perdían el desarrollo inmobiliario y urbano, con todo lo que eso significa, luego que hoy van a entrar casi 9 mil hectáreas adicionales que se agregan como área urbana. Por lo tanto, claro que perdía, porque en el fondo ya el instrumento estaba totalmente colapsado y se habían sobrepasado totalmente los límites, entonces cada vez que se quería hacer algo había que recurrir a todos estos artificios que existen en la ley, como el Artículo 55, el cambio del uso del suelo y todas esas tramitaciones, que son engorrosas y que al final generan más que certezas, arbitrariedades».
Como dato, el seremi explica que con el nuevo instrumento de planificación «ahora vamos a poder construir ese Comité de Vivienda de Guayacancito, cuyas familias llevan más de diez años esperando resolver su situación, así el nuevo Plano Regulador permite hoy poder desarrollar viviendas en ese terreno.
Otro ejemplo importante es que vamos a poder realizar el Hospital de Coquimbo en La Cantera, pues con el antiguo plano no se podía. Y si esto lo llevamos a la inversión público-privada, se van a activar muchos proyectos que estaban esperando la modernización del instrumento de planificación», sostuvo.