Diferentes sectores de Coquimbo claman por soluciones ante el creciente problema del cableado eléctrico abandonado.
Cables cortados y el cielo lleno de ellos, es el panorama que se observa en diversos sectores de la ciudad puerto. Esta triste realidad no solo afecta la estética urbana, sino que también pone en riesgo la integridad de cientos de vecinos. La presencia de este cableado en desuso representa un peligro latente para los transeúntes, quienes pueden verse involucrados en graves accidentes debido a la falta de mantenimiento y retiro de estos materiales.
El riesgo es alarmante, cada vez más calles presentan una cantidad creciente de cables que, además de estar en mal estado, se encuentran torcidos y curvados, quedando en muchas ocasiones a la altura de los transeúntes. Esta situación no solo representa un peligro para quienes caminan por la vía pública, sino que también plantea interrogantes sobre las responsabilidades por estos cables.
En la Parte Alta de Coquimbo, un emblemático sector de la ciudad y que alberga el monumento religioso más alto de Sudamérica, se enfrentan al mismo problema. A escasos metros se observa un panorama preocupante, cables cortados que cuelgan del tendido eléctrico. Según los vecinos, las causas de esta situación son variadas, lo que genera confusión e incertidumbre en la comunidad.
POCA REGULACIÓN
Uno de los vecinos más antiguos del lugar atribuye el problema a la poca regulación y preocupación por parte de la empresa eléctrica, «los cables están así porque los de las compañías de teléfonos y de electricidad vienen y cortan el servicio a las personas que están colgadas, pero los cables los dejan ahí(…) es peligroso porque siempre andan niños chicos, pueden querer jugar y sin querer se electrocutan», comentó un vecino de calle Dublé Almeyda.
Por el contrario, otro de los lugareños del lugar enfatiza en que muchos cables son sustraídos por personas en las noches para su posterior comercialización, «los amigos de lo ajeno hacen estas cosas, acá y en todos lados se sabe que después venden los cables, porque el cobre se vende bien (…) además de la falta de regulación sobre quién es responsable de los cables hay que estar aguantando a personas que los roban», comentó otro vecino del lugar.
POSTE MAL INSTALADO
Otra calle que tiene un problema similar es Juan Agustín Alcalde, donde según los testimonio de los vecinos, recientemente habría sido cambiado un poste que estaba en peligro de derrumbe, «el martes 12 lo cambiaron, supuestamente porque estaba carcomido abajo, pero lo pusieron súper mal, quedó peor que antes(..) los cables están rozando el techo de la casa y quedaron muy guateados, un gatito o un pájaro que se pose y queda la embarrá», comento Francisco Benbo, vecino del sector.
Ante esta problemática, los residentes exigen una respuesta clara y acciones concretas por parte de las autoridades para resolver el asunto y garantizar la seguridad de todos. Es fundamental abordar esta situación antes de que se convierta en un accidente lamentable, ya que la presencia de estos cables en mal estado no solo afecta la estética del lugar, sino que también representa un riesgo para la seguridad de los transeúntes y residentes de la zona.