Se habla de irregularidades en el proceso electoral –en donde la lista de Maya Fernández se negó a reconocer la reelección de la lista de Álvaro Elizalde- y vínculos de militantes con el narcotráfico en la comuna de San Ramón, en Santiago, por ejemplo. Aunque de eso y más. Lo cierto es que la crisis en el Partido Socialista es profunda y que, para algunos, radica en la coyuntura y no en los aspectos políticos.
En Coquimbo, por ejemplo, explica la presidenta regional de la colectividad, Clara Olivares, que el conflicto no debería presentarse acá, «ya que las dos listas están representadas en la región y que acá se dan otras dinámicas: Nos conocemos, se da una dinámica en donde además –y que yo sepa- no hay ningún traficante y creo y tengo la convicción y la seguridad de que tenemos la capacidad de preocuparnos de lo que al partido le interesa, de lo que a la región le hará mejor y de lo que somos capaces de hacer y es que a la gente que intentamos representar tenga una mejor calidad de vida».
Es que para Olivares el tema electoral, donde una lista le ganó a la otra, no tiene discusión. «Ese es un punto que ya está despejado, pues hay una directiva, una mesa electa que la ratificó el comité central y de eso no existe ningún problema».
Sin embargo, advierte que la crisis tiene que ver con otro tema y que no es el narcotráfico, sino uno más profundo, y tiene que ver con la falta de formación política, «con la premilitancia que existía antes, en que pasabas por una etapa de formación política y al final, después de aprobar diferentes atapas de premilitancia, podías ingresar al partido, entonces te asegurabas que quienes entraban, y en nuestro caso, prometías jamás desertar y estabas imbuido de los valores que el partido representaba. No obstante, con el pasar de los años esto se ha ido mutando y se ha ido convirtiendo en más que militantes, que por cierto hay muchos y muchas, en una especie de seguidores de determinadas autoridades…».
La crisis es, a su juicio, más grave porque asegura que es de formación y de convicción «y de eso nos tenemos que hacer cargo. Tenemos que hacernos cargo que la militancia en un partido no es un tema que te permite conseguir una pega, o que te permite conseguir un contrato o un espacio de poder, sino que la militancia en un partido tiene que ser una convicción de que con tu quehacer vas a poder cambiar la sociedad, de acuerdo a lo que cada partido represente. Así que allí está la dificultad y por cierto, el que haya sido en el Partido Socialista, es una oportunidad para nosotros para poder cambiar, para poder reformar, para poder volver a una militancia consiente, formada y comprometida con los valores y principios del partido y no con los deseos o ansias de una determinada persona».
El hecho de que el partido cada cierto tiempo esté en conflicto tiene que ver «con que somos un partido grande, conformado por diferentes tendencias y esa diversidad es la que permite crecer y que ha permitido al partido a contribuir a la historia de este país».
Respecto a si existe distanciamiento con los movimientos sociales, Olivares reconoció que «sí» y que es absurdo que un partido que en sus principios representa la clase trabajadora, en su orgánica tenga pocos dirigentes sociales y sindicales.
«Es muy difícil de entender que este partido que representa a la clase trabajadora, sus mandatarios no estén vinculados con el mundo social y del trabajo. No obstante, este conflicto se termina con diálogo, con conversación, con apoyo, acuerdos, hartos estudios, con discusión y con la opinión de todas y todos, pues los conflictos no se salvan imponiendo una visión sobre la otra, sino que se dialoga, se argumenta y eso es lo que nos hace falta…».
El diputado Raúl Saldívar, cercano a Maya Fernández, comentó que «no existe duda de que el partido está viviendo un momento complicado, una crisis profunda, aun cuando hay que admitir que la crisis atraviesa la institucionalidad, por lo tanto el PS no es una excepción.
Sin embargo, esto nos afecta profundamente en nuestro estado de ánimo y en muchos aspectos, así que es indispensable recuperar la serenidad, a fin de que la ciudadanía que ha confiado por años en nosotros, recupere esa convicción de que este partido es el instrumento adecuado para desarrollar los cambios sociales que Chile necesita».
Saldívar apunta a que luego del último Comité Central se debe decantar un poco la situación, argumentando que «es muy importante y fundamental la integración de todos los liderazgos para poder encontrar una fórmula que permita una salida y que creo llegará, puesto que todo es cuestión de tiempo y de cómo se vayan generando los escenarios.
ntonces mi mirada es positiva, aunque no desconozco la crisis, pero no cabe duda que no será posible encontrar una solución si no sumamos los distintos liderazgos internos del partido».