El relato de ese caso real, nos lo entrega la sicóloga Kattia García, Directora del Programa Familia de Acogida, de la ONG ADRA, que trabaja con el Servicio Nacional del Menor, Sename y los Tribunales de Familia.
Se encargan de acoger a niños derivados de la justicia ya sea vulnerados, maltratados o por otra razón para precisamente brindarles acogida.
ADRA, que trabaja en más de cien países en el mundo, en Chile tiene 22 programas en administración y está en la zona desde 2013 al haber ganado la licitacioón del Sename.
En parte de sus líneas de protección a los niños está el ubicarlos en familias que le brinden acogida.
«Entonces, dice la Directora, estamos en la búsqueda, más bien estamos invitando a familias que quieran ayudar a dar protección a estos niños, porque si bien se cuenta con lugares tipo internado y todos funcionan muy bien, es incomparable el cariño personalizado que se le puede dar en un hogar. Esto no hay que explicarlo mucho, creo».
Se trata de niños de cero a 18 años de edad que máximo pueden estar hasta dos años con la familia.
Las familias que se ofrezcan para este servicio deben cumplir algunos requisitos, naturalmente. Estabilidad, ambiente amoroso o grato, que el grupo familiar tenga buenos valores, que no haya maltrato, entre otros. No reciben remuneración, aunque en algunos casos sí una pequeña ayuda.
Esta familia que brinde acogida será visitada periódicamente por profesionales de la ONG, además de invitarles a terapias de apoyo. Los cuidadores no pueden adoptar, por definición legal.
De lo que se trata, reitera la sicóloga García, es ayudar a niños que han tenido maltrato, que han sido violentados o abandonados.
El llamado lo hacen porque precisamente en nuestra Región de Coquimbo no hay familias inscritas, a diferencia de lo que pasa en otras zonas del país. «Es posible que sea por falta de información. En días pasados fui a varios colegios a reunirme con educadores a fin de explicarles este servicio y la mayoría no tenía idea de su existencia».