Desde 1995 que Nibaldo Rojas y Emilia Cortés, su señora, viven en una casa en la localidad de Los Huapis, en la comuna de Río Hurtado. Desde entonces contemplaban y cuidaban su terreno. También un algarrobo de cientos de años.
Pero unos trabajos que se realizan a un costado de su vivienda, para el mejoramiento del camino, terminaron por echar abajo el árbol y su tranquilidad. Acusan que fueron usurpados varios metros de tierra de su propiedad. Y todo sin aviso. «Mis padres se enteraron un 22 de febrero, al llegar de unas vacaciones en La Serena», cuenta Katherine Rojas, una de sus hijas.
A la fecha tienen un conflicto con el MOP, que esperan pueda llegar a buen puerto. Claro que las propuestas entregadas a la familia para solucionar la pugna por el momento no han sido aceptadas.
«Ellos proponen un muro y eso no queremos, porque al final se quedarán igual con los terrenos que nos les corresponden, vulnerando los derechos de mis padres, personas adultas mayores», indica molesta.
Ni la escalera
Los hijos de Nibaldo y Emilia tomaron el caso. Se han estado asesorando e incluso hablaron con un ingeniero para hacer un levantamiento topográfico del sitio.
«Nos asesoramos por abogados y buscamos un equipo técnico que nos pudiera esclarecer el tema, porque cuando mis padres llegaron a la casa se dieron cuenta que ni siquiera tenía la entrada de acceso; les habían sacado hasta la escalera para subir al domicilio», se queja.
La empresa a cargo de los trabajos es supervisada por el MOP y por eso se acercaron a sus oficinas para entrevistarse con la persona inspectora del proyecto, «quien nos manifestó que mi padre había firmado un documento donde cedía el terreno, que lo había donado para el progreso de la comuna, pero resulta que todo es mentira. Jamás se acercó nadie a la casa de mis padres, ni la autoridad municipal. Nadie se comunicó con nosotros para realizar una debida expropiación», precisa.
Desde el MOP, el director regional de vialidad, Oscar Vilches, comentó que los trabajos en ese lugar se deben al programa camino básico «y que permite justamente pavimentar lugares que tal vez el procedimiento normal no lo permitiría».
De esta manera se postuló ese tramo y una vez que se iniciaron los trabajos a través de la municipalidad, «hubo personas que manifestaron su intención de poder ceder un pedazo de su terreno con la finalidad de que se pueda lograr un ancho un poco mayor en esos lugares en particular y mejorar justamente el camino».
No es suficiente
Desde el MOP asumen el error y buscan solucionar el problema.
«Se les pidieron las disculpas correspondientes y se les ofreció una serie de alternativas, como hacer algunas mejoras en su cerco y un acceso universal con rampa para el padre, que entiendo tiene problemas de movilidad», afirmó Vilches.
Otra opción es restituir «todo como estaba antes y una tercera alternativa es que, en todos los contratos de dirección de vialidad, la empresa que está ejecutando las obras tiene la obligación de adquirir seguros de daños a terceros, así que, si no están de acuerdo con las otras dos, nosotros podíamos activar el seguro que funciona similar al seguro de vehículo. Pero si nos dicen que restituyamos, nosotros no tenemos ningún problema», sentenció.