Proponen múltiples soluciones frente a escasez de agua

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 Desde la Corpan insisten que la propuesta de estimulación de lluvias presentada a fines del 2021 es una opción rápida, eficaz y eficiente al problema, además que no pasa solo por una alternativa como podría ser una planta desaladora o nuevos embalses, sino que se debe tener una mirada integral.

La región de Coquimbo, y parte importante del país, ha estado enfrentando una gran y prolongada sequía que ha provocado una crisis hídrica permanente por ya casi 15 años. En ese contexto, Carlos Ruíz, director de Asuntos Internacionales de la Corporación Paso Agua Negra (Corpan), afirma que «vemos en ello una falta de acción y coordinación de las autoridades, y por cierto una incapacidad para adelantarse a lo que se sabe que ocurrirá de no tomar acciones en el corto, mediano y largo plazo».

«Ahí es donde en todos los encuentros internacionales que tocan el tema de la crisis hídrica producto del cambio climático, la conclusión es siempre la misma: hay que hacerlo todo, eso incluye plantas desaladoras, que acá debieron estar construidas y operando al menos hace una década atrás, también hay que hacer más embalses en donde falten y se requiera asegurar la provisión del vital recurso para épocas de escasez, dado que el almacenamiento también es una variable crítica para el manejo adecuado de la actual crisis», añade.
Recalca que «ahí también, por cierto, se perfila como otra cosa que hacer el establecimiento de un programa eficaz y eficiente de estimulación de lluvias, ojalá permanente o al menos de 5 años, como lo recomiendan países como Estados Unidos».

Ruíz explica que «el país y potencia mundial que sobrevive a las sequías, Estados Unidos, lleva décadas en sus programas de estimulación con yoduro de plata, principalmente, y en los principales estados de producción agropecuaria, donde estados como Idaho, California, Colorado, Utah y Wyoming la usan para ayudar a llenar sus ríos y embalses, también desde la perspectiva del suministro de agua es más valioso sembrar nubes sobre las montañas, donde el agua se almacena esencialmente como nieve hasta la escorrentía de primavera».

«Lo que se hace para parte de California y Nevada, estados que abarca la cordillera de Sierra Nevada, pero también se hace en Dakota del Norte, que aunque son principalmente llanuras, vía estimulación se logra aumentar y recargar sustantivamente la humedad del suelo, otro estado que aplica la estimulación para fines agrícolas es Texas, donde es usada para coayudar al riego de grandes plantaciones y así otro tanto de estados del gigante del Norte», agrega.

El miembro de la Corpan recalca que «también en USA la estimulación de lluvias, método absolutamente probado y comprobado por prestigiosas universidades norteamericanas, usa la estimulación para mitigar tormentas de granizo y otras que pudiesen poner en riesgo sus cosechas, o sea, la estimulación es viable de usar tanto para aumentar precipitación, como también para fraccionarla y mitigar efectos catastróficos».

«Dado todo lo anterior y en función a lo que hemos investigado, es que desde hace dos años hemos presentado e insistido en replicar en nuestra región el método que ha venido usando México exitosamente durante los últimos tres años, en que ellos también han sido afectados por una gran y larga sequía, método y reactivo en base a yoduro de plata, nunca antes usado en Chile, y que por similitud geo climática con Baja California, sería el más apropiado, eficaz y eficiente de usar».

Ruiz sostiene que en términos de rendimiento, «si vemos los estudios y números de USA, como por ejemplo el de Idaho Power, que gasta alrededor de 4 millones de dólares al año en su programa de siembra de nubes, que produce un aumento del 11% o 12% en la capa de nieve en algunas áreas, lo que resulta en miles de millones de galones de agua adicionales a un costo de alrededor de $ 3,50 por acre-pie versus los $ 20 por acre-pie para otros métodos de acceso al agua, resulta realmente beneficioso y de bajo costo y con un tremendo impacto agro social y productivo».

«Sin lugar a dudas, no hacer estimulación de lluvias es no entender y seguir malgastando decenas de millones de dólares anualmente en medidas paliativas que no producen más agua y solo sirven como dramáticamente hemos visto por estos días, para aumentar las arcas y bolsillos de inescrupulosos operadores políticos que lucran con la desgracia ajena», cierra.

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