El presidente de la Corporación Minera de Coquimbo (Corminco), Juan Carlos Sáez, señaló la semana pasada que las cifras del denominado boom minero que entrega el gobierno no eran las reales y llamó a las autoridades a ser más serias en sus argumentos. Consultados diversas empresas locales de proveedores mineros corroboraron sus declaraciones.
Rodrigo Báez, director de la empresa Alicanto, señaló que «eso es bastante cierto y la falta en la mano de obra se nota y eso incrementa los costos de los proveedores para llevar trabajadores a los proyectos y la minería resiente esa alza en los costos. Como proveedores nos ha costado nivelar los precios para llegar a los proyectos».
Añadió que «hemos tenido una disminución en los proyectos debido al alza de las exigencias a los proveedores y los proyectos solo las están tomando las grandes empresas. Respecto al año pasado hemos resentido una merma cercana al 60% respecto de proyecto tomados a igual periodo del año pasado».
Por su parte Marcos Zamora, de la empresa Salfa Rent, que arrienda vehículos a las empresas mineras de la región y de la mayor parte del país, afirmó que «el denominado boom minero debe estar relacionado primero que todo hacia dónde va enfocado localmente. Hay un boom minero en la minería del cobre, pero en nuestra zona principalmente lo que prima es la minería del hierro que es donde deberíamos enfocarnos. A nivel local hay una disminución en relación a los proyectos detenidos como El Morro, Relincho y Pascua Lama y las inversiones decayeron en cerca de un 25%, se nota un retroceso en la industria».
Hernán Fuentealba, de Raúl San Martín Construcciones, sostuvo que «como empresa el tema energético es vital y eso se ve reflejado en nuestra cartera de proyectos. Llevó trabajando desde principio de año en la empresa y por lo que me cuenta el propietario hay una disminución un poco, por el tema de la falta de energía y que bordea el 30%.
Por su parte Roberto Tapia, Gerente General de Insolmec, empresa que presta servicio de ingeniería y trabaja en la ampliación de yacimientos aseveró que «al ser una empresa de servicios hemos visto que más de algún tipo de contrato hemos tenido que dejarlo de lado, porque las empresas mandantes nos dicen que hay que dejar el contrato hasta acá por el bajo precio del cobre a eso hay que sumarle la falta de personal para prestar servicio a los proyectos. Está claro que si el precio del cobre está a la baja los que perdemos somos nosotros y las pérdidas que tenemos hasta la fecha respecto al año 2012 es cercano al 25%».
Consultado sobre esta situación, el seremi de Economía, Gustavo Mallat, comentó que hay que señalar que la desaceleración que se está observando en la economía chilena es de carácter moderado y natural, porque el escenario internacional es complejo en Europa, EE. UU. y en las economías de Asía, por lo que en la Región de Coquimbo se ve una desaceleración normal producto era imposible sostener ritmos de crecimiento del 8% o 9% anual.
«Respecto a la situación que está pasando la mediana y gran minería a nivel nacional y en la Cuarta Región hay que interpretarla puntualmente, porque es cierto que el precio del cobre ha disminuido y el precio a los próximos años alcanzaría los U$3,1 a U$3,2 la libra y no cercano a los U$4 como estaba antes, produce un ajuste natural. Pero si uno revisa los datos duros del sector minero y compara las personas que están ocupadas en el sector en igual periodo del 2012 vemos un aumento en la contratación en la mano de obra pasando de 40.000 a 44.000», argumentó Mallat.
El economista puntualizó que como el precio mundial del cobre está bajando algunas empresas deberán realizar ajuste en la contratación de mano de obra y en su cartera de proyectos, «pero en mi opinión no hay nada alarmante. Este contexto que establezco no significa que el Gobierno deje de enfrentar los desafíos de la industria minera. Hay que sacar adelante los proyectos mineros y proyectos eléctricos, hay que evitar la sobre judicialización, tenemos que seguir diversificando la matriz energética, nos hemos hecho cargo del problema de la sequía y por ende no escondemos la situación que vienen muchos desafíos y que va a tener que realizar una reingeniería».