Es que el TS resolvió acoger sólo parcialmente algunas de las reclamaciones realizadas tras los comicios, anulando en total 6 mesas a nivel nacional, lo que en definitiva alteró levemente los guarismos entregados por la Junta Electoral Nacional.
Un partido de todos
De esta manera quedó zanjada la disputa interna donde la directiva actual, que era encabezada por Ernesto Velasco hizo la reclamación ante el Tribunal Supremo denunciando una serie de «vicios en el proceso».
Tras conocer su derrota, Velasco señaló en un comunicado que «en lo personal asumo con autocrítica lo sucedido. Creo que corresponde agradecer a los miles de radicales que no sólo votaron, sino que también nos han acompañado por muchos años y que han sido los mejores de nuestras vidas».
Y reafirmó su compromiso con el radicalismo y la política, así que «llamo a la unidad, porque creo que este es un partido que nos pertenece a todos y más allá de una circunstancia puntual, el radicalismo tiene que seguir siendo para Chile un factor de equilibrio, donde nuestro domicilio esté en la centro izquierda».
Nunca
tuvimos duda…
El presidente electo, Carlos Maldonado, por fin levantó los brazos en señal de triunfo. Tras ello, sostuvo a través del teléfono que «estamos satisfechos de que el Tribunal haya ratificado el resultado de la elección, aunque nosotros nunca tuvimos dudas de que habíamos logrado el triunfo en una elección limpia. Pero como hubo algunas impugnaciones, el Tribunal tenía el deber de estudiarlas y resolverlas tomándose un tiempo, así que nos alegramos no sólo porque todo haya terminado, sino porque Ernesto Velasco emitió una declaración pública con mucha altura de miras y que valoro mucho, en el sentido de reconocer nuestro triunfo, felicitarme y hacer un llamado a la unidad del partido y ponerse a disposición de los desafíos futuros. Aprecio la actitud de Ernesto y todo su aporte, ya que es un activo importante del partido».
El ex ministro de Justicia de Michelle Bachelet, ante las especulaciones de una posible fractura al interior del conglomerado, afirmó que «la unidad del partido nunca ha estado en duda. Claro que fue una elección muy competitiva, una lección disputada y eso pluraliza un poco la situación, pero nosotros somos un partido con tradición, pues la historia nuestra ha tenido elecciones competitivas y el partido luego sigue unido. Se polariza durante el periodo electoral, es cierto, pero normalmente prima la unidad y esta vez no será la excepción».
La nueva directiva asumirá formalmente el próximo lunes 27 de agosto y de inmediato, afirma Maldonado que comenzará a trabajar para lo que viene, que son las próximas elecciones.
«Hay mucho trabajo por hacer y requiere de mucho trabajo conducir un partido. Ahora vienen desafíos importantes, pero no sólo para el Partido Radical, sino que también para la centro izquierda, que es poder levantar una alternativa sólida para los años que vienen. Tuvimos resultados deficientes durante el año 2017, así que tenemos que trabajar muy bien para revertir eso».
Respecto a que si estaba de más la impugnación, reconoció que «el que se gana siempre quisiera que se reconociera su triunfo de inmediato, pero entiendo que un ambiente de una elección bien competitiva se produzca esta situación donde el Tribunal Supremo tuvo que revisar un conjunto grande de comunas que finalmente y tal como lo sosteníamos, estableció que no había habido ninguna situación anómala. Siempre es bueno recibir el reconocimiento inmediato, insisto, pero lo tomo como parte del proceso electoral y donde la gente y los candidatos tienen derecho a pedir revisión de situaciones si así les parece».
La mesa directiva quedó constituida, además de Carlos Maldonado en la presidencia, por el ex diputado Alberto Robles como primer vicepresidente, la diputada Marcela Hernando como segunda vicepresidenta, Jacqueline Castillo como vicepresidenta de la Mujer, Mauricio Andrews como secretario general, Mario Pérez como tesorero y Óscar Araya como secretario de Organización y Control.