Fue en el último sistema frontal que se dejó sentir en la conurbación un rebalse de aguas servidas que afectó a unas 40 viviendas del sector Tierras Blancas, perdiendo las familias parte importante de sus enseres.

El año no acaba y un aguacero podría volver a causar estragos. «Fue terrible todo lo que vivimos, era cosa de no creer todo lo que estaba pasando, y bueno, ojalá Dios quiera que próximamente, cuando venga otra lluvia, tengamos soluciones a todas estas problemáticas que tenemos en el sector», así lo recuerda la Presidenta de la Junta de Vecinos, Nancy Manque.

Y es que a la pérdida de sus enseres se suma la incertidumbre que tienen estas familias ante eventuales nuevas precipitaciones y que, sin solución, el rebalse pueda repetirse y perder lo poco que pudieron salvar en sus viviendas. Por eso reunirse con las autoridades y la empresa sanitaria era fundamental para plantear su preocupación.

“Ya estamos activando mecanismos de apoyo. Primero la Superintendencia de Servicios Sanitarios va a levantar un informe técnico para determinar responsabilidades. También vamos a solicitar a la empresa que pueda instalar válvulas de retención para que esto no vuelva a repetirse durante un posible evento de lluvia y también, vamos a estar ayudando desde la delegación presidencial con apoyo social a las familias que se vieron afectadas”, comentó el Delegado Presidencial regional, Galo Luna Penna.

Desde la seremi de Salud indicaron que ya está en curso un sumario sanitario para aclarar las causas de la emergencia y pedir a la empresa un plan de mejora en un tiempo acotado.
«Vamos a iniciar también un complemento al acta sumarial, que tiene que ver con un informe epidemiológico, y para ello vamos a aplicar algunas encuestas en base a lo que los vecinos nos han planteado, como el daño a la salud mental, el estrés postraumático, los estados de angustia o de depresión que ellos han vivido y que hoy también lo manifestaron.», manifestó Paola Salas, seremi de salud, lo que fue recibido de muy buena forma por los vecinos.

«Es algo demasiado importante, porque el desgaste físico y emocional que vivimos esa noche fue demasiado fuerte, tanto para mí en lo personal como para las 36 familias que fuimos afectadas por las aguas servidas», agradeció la vecina Carolina Bustos.

En la reunión estuvo presente el senador Daniel Núñez, quien lamentó las pérdidas que sufrieron las familias y manifestó que, a su juicio, las causas de esta emergencia aún no están claras y por eso, «voy a citar a estos actores, la empresa Aguas del Valle, la Dirección de Obras Hidráulicas y la Superintendencia de Servicios Sanitarios, a una sesión de la Comisión de Obras Públicas del Senado. Espero hacerlo el 24 de julio. Y ahí poder conocer en detalle cuál fue la causa específica de esta inundación. Y por supuesto acordar también las soluciones para que nunca más vuelva a repetirse», señaló el senador.

Desde la sanitaria manifestaron que el encuentro con los vecinos permitió dar cuenta del trabajo que realizaron durante la emergencia. «Explicamos a los vecinos que las redes de aguas servidas son para conducir las aguas servidas domésticas y no aguas lluvias. Las abundantes precipitaciones, y ante la falta de colectores de aguas lluvias -que no son parte de nuestra infraestructura- terminaron saturando el sistema de alcantarillado con efectos no deseados, como rebalses en la vía pública y viviendas. Nuestro esfuerzo durante la emergencia fue apoyar a los vecinos con camiones limpiafosas y labores de sanitización», comentó Juan Pablo Jacob, subgerente zonal de Aguas del Valle.

Tanto las autoridades como los vecinos manifestaron la urgencia de contar en el sector con un recolector de aguas lluvias y comprometieron avanzar hacia su construcción.

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