Categórico fue el diagnóstico que entregó Jaime Bastidas, Presidente Regional del Colegio Médico al referirse al colapso de la atención en la Sala de Urgencias que ocurrió este martes en el Hospital de La Serena.
La tendencia, que dice se ha replicado durante todo el mes, tiene que ver con un problema que ya habían planteado con anterioridad a las autoridades y se remite a la falta de camas disponibles en la región.
«El hospital está con sus camas absolutamente copadas. Pacientes que tenían sus cirugías programadas han tenido que ser reprogramados para poder transformar los espacios en hospitalizaciones de niños y adultos mayores con enfermedades respiratorias», obligándolos a dejarlos en los boxes de urgencia y los pasillos del centro asistencial.
Esto, aduce, no es algo puntual ya que el escenario era absolutamente previsible acorde a la disminución de camas del Hospital de Coquimbo producto del terremoto del año pasado, hecho con el que «empezamos a tener problemas en los servicios de urgencia de los tres hospitales grandes de la región». Algo que además se suma a un invierno particularmente complejo respecto a las enfermedades respiratorias de la población.
«Nosotros se lo hicimos saber a las autoridades, pedimos que tomaran todas las medidas necesarias para evitar este colapso. Se hicieron algunas cosas, pero la verdad es que la cantidad de enfermedades respiratorias nos colapsó. Se contrataron más médicos, enfermeras, kinesiólogos, pero el problema es de infraestructura. No hay camas, eso se sabe hace años. Acá falta un hospital tan grande como el Hospital de La Serena o como el de Coquimbo. Hay 500 camas que necesita la región para igualar el promedio nacional», reafirma categórico.
Si bien confirma que existe un esfuerzo del personal de solucionar el problema, esto no es suficiente. «Estamos dispuestos a trabajar pero no tenemos dónde. Cuando llegan a urgencia personas derivadas de accidentes de tránsito viene la enfermera y nos pregunta dónde lo vamos a dejar y no nos quedan pasillos, no nos queda nada. Si en este momento hubiese un accidente de tránsito tendríamos que atender en el piso».
Recalca que los hospitales existentes son de hace más de cincuenta años, tiempo en el que la población se ha duplicado pero no así la cantidad de camas para la atención. Al respecto la solución apuntaría directamente a la inversión en infraestructura. «Hay que apurar todos los proyectos hospitalarios en esta región. Necesitamos normalizar el hospital de Coquimbo, hacer crecer el hospital de La Serena o simplemente hacer un hospital nuevo».