Ayer se llevó a cabo el debate parlamentario en torno a las indicaciones al proyecto que pone fin al lucro, a la selección y al copago en el sistema educacional, cerca de 200 observaciones fueron hechas al trámite legislativo, demostrando que son muchas las visiones en torno a estas temáticas centrales de la educación chilena. Diario La región conversó con José Araya, rector del liceo Gregorio Cordovez, para conocer la visión de los colegios público respecto a estos temas de contingencia social y también para develar algunos desafíos de la educación pública en regiones.
– ¿Cuáles son desde su punto de vista los desafíos de la educación pública en regiones?
Yo creo que hay que hacer una revisión en términos regionales, tomando la experiencia de otros países donde la educación se determina localmente y no desde un nivel central, por ejemplo, en países de Europa el Estado sólo entrega los parámetros generales en relación a la educación, pero los currículums se determinan regionalmente en relación a las necesidades y polos de desarrollo de cada localidad. Yo creo que acá en chile falta dar esa mirada todavía, ya que desde el ministerio de educación se establece un solo currículum de manera centralizada, si bien se dejan algunas libertades para hacer programas propios, eso es muy complicado también, porque implica una inversión de recursos adicionales.
– Esto no va en contraposición con la desmunicipalización…
No, yo creo que cuando las municipalidades se hicieron cargo de la educación era otro contexto, pero hoy está demostrado que estas instituciones no han tenido los recursos necesarios para llevar a cabo la administración de los establecimientos. Poco a poco las municipalidades han ido asumiendo compromisos para los cuales no estaban preparadas y con recursos insuficientes.
– ¿Y qué piensa en respecto al término de la selección en los colegios?
Debe entregarse libertad al apoderado para elegir el propio establecimiento donde quiera que su hijo se forme, por eso te comentaba sobre la singularidad de los proyectos, porque cada uno tiene su propia particularidad y los estudiantes se dirigen a ellos basándose en las especialidades del recinto. Si es que se va hacer un filtro en la educación, creo que debe producirse en la familia
– ¿Se está abordando de buena forma esta discusión?
Chile ha tomado una idea general, pero falta afinar el proceso de cómo se va a llevar a cabo la idea de la no selección. Hay que tener más conversaciones en torno al procedimiento y la forma de cómo se va a materializar, porque yo creo que en el fondo nadie podría estar en desacuerdo con el fin a la selección, pero hay que analizar cómo está el contexto para realizarlo y los mecanismos de cómo esto se puede ir instalando, ya que son procesos que no son instantáneos.
– ¿Y en relación al lucro, cuál es su postura?
Yo creo que esto es parte de una discusión semántica, porque cuando un establecimiento define sus costos operativos de todo un proceso y con ellos se llega a un punto de equilibrio, es decir donde nadie gana y pierde, yo creo que eso es justo. Pero ahí entraríamos a la gran discusión de lo que entendemos por lucro, porque si un sostenedor establece que los costos fijos y variables logran llegar a ese punto de equilibrio, eso no debería molestar a nadie, el problema es que hoy día la ley permite que un propietario de establecimiento educacional pueda lucrar por medio de empresas inmobiliarias que arriendan servicios a sus mismos recintos… Es difícil llegar a un consenso de qué es lo que habría que hacer, yo creo que lo primero que hay que hacer es entender qué cosas son consideradas o no como lucro, que dicho sea de paso, está contemplado como delito en la ley vigente.