Una relación estrecha y muchas veces tensa es que la que mantuvo el destituido ministro de Educación, Harald Beyer, con los miembros del Consejo de Rectores (CRUCh), que agrupa a las 25 universidades tradicionales.
Tras conocer la salida del ministro, el vicepresidente ejecutivo del CRUCh, Juan Manuel Zolezzi, manifestó que habría preferido que Beyer renunciara antes de que fuera destituido. “Tal como se lo ofreció el senador Bianchi, por el bien y la unidad del país, habría sido conveniente”, señaló.
En su opinión, la decisión adoptada por el Senado demuestra que “las instituciones que están establecidas en la Constitución han funcionado, independientemente que a uno pueda gustarle o no la definición”.
Respecto de la labor que desempeñó Beyer durante los 15 meses que estuvo al mando de la cartera de Educación, Zolezzi sostuvo que “generó algunas ideas importantes”, pero le faltó mayor capacidad de diálogo.
“Él generó algunas ideas importantes respecto de temas como el acortamiento de carreras o los aranceles de referencia, que fueron en alguna medida respondidos también por el Consejo de Rectores”, indicó.
No obstante, sostuvo que “en general, yo diría que faltó un poco de diálogo con los distintos actores”, lo que atentó “para avanzar en los múltiples temas” del sector.
El rector de la Universidad de Santiago sostuvo que es necesario que se nombre a la brevedad al nuevo ministro de Educación, ya que queda un trabajo intenso que desarrollar este año.