Un informe del Servicio de Salud, que fue dado a conocer durante el fin de semana, evidencia que los servicios de urgencias de Coquimbo, La Serena y Ovalle se encontraban saturados desde hace unas 3 semanas, en lo que sería el peor momento desde el inicio de la pandemia.
Para descongestionar, SAPUS y SAR tuvieron que extender horarios de funcionamiento. Desde el Colegio Médico estiman que en al menos tres semanas debería bajar la ocupación.
Este lunes, después de un comité de crisis, distintas autoridades mostraron su preocupación por el colapso de la red asistencial de este fin de semana y que provocó que se tomara la decisión de trasladar las urgencias hospitalarias a la Atención Primaria, principalmente a los Sapus y a los SAR, lo que se vio reflejado en largas filas en las afueras de los distintos Cesfam.
Al respecto, Edgardo González, director (s) del Servicio de Salud, comenta que lo que se está observando como crecimiento de casos, desde el mes de febrero y lo que va de marzo, tiene una pendiente muy pronunciada, que tiene un correlato con el uso de camas hospitalarias, «no hay que olvidar que el año pasado, en el peor momento de la pandemia, llegamos a 87 camas críticas en toda la red asistencial y durante este domingo llegamos a 124 camas UCI con ventilador mecánico y personal asociado a esos recursos, y es posible que abramos cuatro más», sostiene.
Y agrega que «esperamos que en la semana estos números tiendan a estabilizarse y luego a bajar, en un punto de inflexión que tendrá un efecto en el uso de camas hospitalarias donde están llegando los pacientes muy graves».
En el último balance sanitario se informó que hay 214 personas hospitalizadas por Covid-19, de las cuales 98 se encuentran con requerimiento de ventilación mecánica, cifras importantes a juicio de González, quien puntualiza en el apoyo de los hospitales de baja complejidad, que han sido de tremenda ayuda para evacuar pacientes y dar respuesta a lo que está se observando, que es un mayor ingreso a los servicios de urgencia.
INTENDENTE:
«Situación compleja»
Por su parte, el intendente Pablo Herman deja claro que la situación es compleja, «son días críticos en nuestra red asistencial, y estamos haciendo todos los esfuerzos para responder a las necesidades de la región, como el aumento de camas UCI y la reconversión de las unidades críticas».
«Vimos durante el fin de semana una gran saturación en la red hospitalaria, y así como funciona a nivel nacional, a nivel regional también, y aquí lo primero es agradecer el esfuerzo del personal, de los directores de hospitales y la atención primaria, en donde han tenido que reconvertir distintas camas con más de 110, y han tenido que tomar decisiones dentro de los hospitales para poder hacer gestión de camas».
Pese a lo adverso, Herman hace un llamado a la calma, «queremos transmitir a la comunidad que nuestro sistema en red está actuando de forma coordinada para entregar la atención correspondiente a los pacientes en cualquier región del país, ya sea por Covid o cualquier otra enfermedad», sostiene.
Descongestión de la
red en tres semanas
El doctor Rubén Quezada, presidente regional de Colegio Médico, sostiene que desde la reducción de la movilidad y la implementación masiva de medidas de prevención, son de una a dos semanas para que empiece a notarse una disminución de los contagios de manera sostenida.
«Ahora, a nivel asistencial esperamos ver los efectos dos semanas después de la reducción de casos efectiva, por lo que en el mejor de casos se podría dar una baja en la saturación en tres semanas o un mes», señala.
Y agrega que «por lo mismo, desde los equipos de salud necesitamos que esta cuarentena sea efectiva y que la disminución de los casos sea real y se mantenga en el tiempo, porque un paciente que está en ventilación mecánica necesita un promedio de 10 días para bajar a la unidad de tratamiento intermedio, y así sucesivamente».
«Por lo mismo es clave que al menos a nivel local la autoridad pueda flexibilizar el quehacer de los hospitales, destinar equipos que al día de hoy están ocupados en tareas no urgentes a través de metas y compromisos de gestión fijados por el Ministerio de Salud que permitan que se pueda postergar y destinar los esfuerzos a la atención de la emergencia», añade.