Comisión de Fomento Productivo del CORE conoció en detalle la experiencia del programa de estimulación de lluvias en zonas semiáridas de México, iniciativa llevada al cuerpo colegiado por la Corporación Paso de Agua Negra (CORPAN), como un proyecto de interés a ser evaluado.
Con un escenario hídrico que se vuelve cada vez más crítico en la región de Coquimbo, se hace urgente tomar acciones efectivas. En este contexto, la Comisión de Fomento Productivo del Consejo Regional (CORE) recibió a la Corporación Paso de Agua Negra (CORPAN), quienes presentaron en detalle la experiencia mexicana reciente con un programa de bombardeo de nubes.
El programa de estimulación de precipitaciones desarrollado en México el año pasado se enfocó en la zona de Baja California, que presenta características muy similares a la Región de Coquimbo. Una metodología distinta a lo realizado anteriormente en Chile, cuyos resultados se ven tras 15 minutos de aplicado el producto sobre las nubes.
Sobre la presentación y los antecedentes recibidos, la consejera regional Adriana Peñafiel detalló que este tema seguirá en análisis por parte de la comisión, incorporando a entidades locales como CEAZA. «Según nos comentaron, los resultados hablan de un aumento sustantivo de entre un 25% y un 60% de pluviometría respecto de los pronósticos, lo que les ha dado buenos resultados. Seguiremos viendo este tema, porque necesitamos profundizar las medidas e iniciativas para atenuar el perjuicio producido por la falta de lluvias, porque de continuar así vamos a peligrar con el abastecimiento de agua para consumo de las familias, vislumbrándose la posibilidad de racionamiento», puntualizó.
La técnica utilizada consiste en lanzar núcleos de yoduro de plata sobreenfriados desde un avión a potenciales nubes, formando núcleos de condensación que luego precipitan como lluvia. Todo lo anterior, guiado en base a la información meteorológica, por lo que se generan las precipitaciones en el polígono seleccionado.
Como detalló el líder de la operación realizada en México, el ingeniero agrónomo Alejandro Trueba, «estamos por implementar nuevamente este proyecto en baja California, donde tuvimos mucho éxito el año pasado, apenas con 6 eventos de estimulación que pudimos capitalizar. Este sistema funciona muy rápido, máximo 15 minutos después de soltar el reactivo, lo que nos ha permitido que las lluvias caigan exactamente donde queremos».
Respecto de la idea de revisar el programa como una alternativa a desarrollar en la región, el consejero por el Choapa, Cristian Carriel, dijo que esta es una opción de hacer avances científicos y generar acciones en torno al déficit hídrico.
«En la situación en la que nos encontramos no podemos desperdiciar ninguna de las alternativas ni opciones que tengamos para poder aliviar la situación en la que nos encontramos. Por eso, nosotros debiésemos seguir en este acercamiento, profundizando con datos territoriales, por ejemplo en la provincia del Choapa, la parte más angosta de Chile, el frente llega y es un instante preciso en que llueve o no llueve, por lo que dependemos de una o dos lluvias», señaló.
Por su parte, el consejero por Limarí, Alberto Gallardo, se detuvo en que «aquí la lluvia la pueden dirigir y ubicar en algunos sectores que son importantes para la región y nosotros en Limarí tenemos cómo capturar toda esa agua a través de los embalses». Sin embargo, recordó las experiencias anteriores en la región, en que se estimulaban las nubes en el territorio regional, pero finalmente llovía en San Juan o Mendoza.
«Hoy necesitamos tener la confianza y certeza de que las cosas van a ser como se están planificando, porque los recursos cuesta conseguirlos, sobre todo en pandemia y con esta sequía», agregó, puntualizando la importancia de revisando la iniciativa de forma acuciosa.
Por parte de la CORPAN presentaron la experiencia mexicana su presidente, Rodrigo Díaz y su director de asuntos internacionales, Carlos Ruiz, junto a los profesionales mexicanos a cargo de las operaciones.
Para una próxima sesión de la comisión de fomento del CORE se convocará al Centro Tecnológico del Agua, Consorcio Quitai Anko, conformado por Ceaza, Cazalac y Universidad de La Serena, además de la Dirección general de Aguas (DGA), con el fin de profundizar en la evaluación técnica.
