Al mediodía de este viernes el Arzobispo de La Serena, Mons. René Rebolledo, acompañado de los sacerdotes José Antonio López y Erwin Hernández Riffo, junto a los directivos de minera San Gerónimo, bendijo la nueva Cruz que se erigió en memoria de Mons. Juan Subercaseaux Errázuriz, en el lugar exacto donde falleciera el 9 de agosto de 1942.
En un clima de gran emoción, se procedió primero a un recuerdo de la persona del segundo Arzobispo de La Serena, quien al momento de su nombramiento, en 1940, fue acogido con mucho afecto y cariño por los fieles. Luego, se realizó la bendición a los presentes y la Cruz que ha sido restaurada con gran amor por la compañía minera y sus trabajadores.
Mons. Rebolledo manifestó que «desde mi arribo a La Serena en el año 2014 escuché hablar de Mons. Subercaseaux, del aprecio que se manifiesta a su persona aún después de varios años de su fallecimiento, del sacrificio de su vida y de su ejemplo de cercanía, especialmente a los mineros y sus familias. Recordé también con sentimientos de gran gratitud a Mons. Francisco Valdés Subercaseaux y a su familia, parientes de Mons. Juan».
Finalizado el acto, el Arzobispo tuvo sentidas palabras de gratitud: «A quienes tuvieron esta hermosa iniciativa de restaurar la Cruz como un signo de amor grande a nuestro Señor y como un perenne memorial del lugar en que entregó su vida al Señor y vivió su Pascua un Obispo muy querido. La Cruz levantada en este lugar es un signo de amor y bendición para los numerosos minero
s que trabajan aquí, también para sus queridas familias. Sin duda, al transitar por estos cerros, y al mirar la Cruz, todos tendrán presente el gran amor del Señor por nosotros, como también la ofrenda de la vida del querido Pastor. Rogamos por él, que el Señor lo recompense, especialmente por su generosidad en atender pastoralmente a los mineros de esta zona, en circunstancias más complejas que las actuales».
Nació el 26 de agosto de 1896 en Santiago, criado en una familia profundamente católica. Fue ordenado sacerdote el 3 de abril de 1920. Tras 15 años de ministerio fue nombrado Obispo de Linares, donde le correspondió la ardua tarea de reconstruir la Catedral de San Ambrosio que sufrió daños producto del terremoto de 1928.
Posteriormente, fue nombrado Arzobispo de La Serena en 1940. Al año siguiente, el 31 de agosto para ser precisos, fundó en la ciudad de Ovalle el colegio que hasta el día de hoy lleva el nombre de su madre «Amalia Errázuriz Urmeneta».
El día lunes 10 de agosto de 1942, el periódico de la época «El Regional» titulaba: «LA IGLESIA ESTÁ DE DUELO, HA MUERTO EL ARZOBISPO SUBERCASEAUX». El diario señalaba que «el ilustre prelado falleció ayer a consecuencia de las graves heridas recibidas en un accidente automovilístico. (…) Ha caído en pleno ejercicio de su santa misión».
Aquel fatal 9 de agosto el Arzobispo Subercaseaux regresaba en camión cuando frente a la Mina Villarrica, aproximadamente a 10 kilómetros de Condoriaco, sufrió un serio accidente debido a la falla de los frenos y se precipitó a un barranco de muchos metros de altura.
Fueron miles las personas quienes lo acompañaron en sus exequias y otros tantos los que no pudieron entrar al templo Catedral. Las honras fúnebres fueron entregadas por el Cardenal José María Caro. Sus restos fueron sepultados en la Cripta de los Prelados de la Catedral, ante el sollozo de miles de ciudadanos.