Parlamentario DC destaca compromiso y pacto acordado, que finalmente llevó a que el PC ocupe por los siguientes meses la testera de la Cámara de Diputados y Diputadas.
El lunes fue su último día como presidente de la Cámara de Diputados y Diputadas, y desde ayer la posta la asumió Karol Cariola, luego de tiras y aflojas que casi dejan al Partido Comunista sin presidencia.
Sin embargo, para el diputado Ricardo Cifuentes no pueden existir ningún veto, «porque era el pacto que se había firmado y que justamente me permitió ser presidente, y obviamente uno tiene que cumplir la palabra. En política y sobre todo en este parlamento -y también en otros del mundo-, el único instrumento válido es la palabra empeñada», cuenta.
Para el bien de la democracia reitera que «no puede haber ningún partido censurado, puesto que partidos con representación parlamentaria tenemos todos los mismos derechos. Estando en el Parlamento y respetando las reglas de la democracia, eso lo hacemos todos y no puede haber veto para algunos de los partidos que cumplen con la democracia».
Convivencia sana
Lo cierto es que, al abandonar su puesto, enfatizó en los retos enfrentados durante su gestión, tales como el clima de división y agresividad, la falta de diálogo y el enfrentamiento entre los parlamentarios.
«Hemos podido introducir una mejor forma de ver las relaciones entre los colegas, ya que cuando asumí -el año pasado- la sala estaba con un problema de relaciones interpersonales muy grave, y eso se intensificaba cada que había una discusión de índole política e ideológica. No obstante, eso ha ido cambiando y ha derivado en un mejor clima, que ha permitido tener la posibilidad de legislar más de cien leyes que se aprobaron en el periodo y me siento orgulloso de las que pudimos legislar en materia de seguridad, especialmente, aunque todavía no es suficiente para combatir el delito y el narco delito».
Sí reconoce haber tenido «algunos inconvenientes naturales» con algunos partidos de oposición, principalmente, «pero en general diría que tuve mucha colaboración de todas las bancadas y todos entendieron el fin último, que era tener una convivencia sana, pacífica y respetuosa para avanzar en legislar, que es nuestro mandato».
Autocrítica
La semana pasada terminaron de gestarse algunos nombres para las primarias de julio próximo. En la Democracia Cristiana, a su juicio, «tenemos una presencia importante de concejales y alcaldes, y esperamos tener esa misma representación o parecida en materia de concejales, que es donde estará puesta nuestra fuerza, además de apoyar a algunos alcaldes que para nosotros son fundamentales y donde vamos a poner todas nuestras fuerzas».
En cuanto a decisión final de no realizar primarias para elegir a los gobernadores regionales, sostuvo que «estas son un buen instrumento, pero las negociaciones se demoraron mucho y siempre ocurre. Quizás una mala costumbre de dejar todo hasta el final, pero me da la impresión de que una primaria hubiese mejorado la situación. La gracia es que las gobernaciones tienen segunda vuelta, no así los alcaldes, por tanto, la primaria puede ser la primera vuelta».
La queja en regiones es que todo se decide en Santiago, incluso los nombres.
