Una delicada situación protagonizó el pasado martes 9 de febrero el Director regional de Gendarmería, Coronel Francisco Alarcón. Durante horas de la madrugada antisociales ingresaron hasta su domicilio y sustrajeron una serie de especies, entre ellas un arma. Lo más escalofriante de la situación es que los ladrones ingresaron por la ventana del dormitorio en donde él y su esposa dormían.
«Nosotros desconocemos el horario en el que ocurre el robo, pero estimamos que fue entre las 3 y las 7 de la mañana. Me percaté cuando me levanté y no estaban los celulares en el velador, no estaba mi chequera y me di cuenta que había sido un robo. No estaba un banano que tengo donde estaban mis documentos particulares y una pistola particular… se llamó a la policía…y Policía de Investigaciones, (PDI) tomó el procedimiento por orden del fiscal. Ello levantaron huellas en la casa», indicó a Diario LA REGIÓN, la autoridad de Gendarmería.
El robo ocurrió en un sector residencial de la calle Los Lúcumos de La Serena. Entre las especies sustraídas están; un celular fiscal, un celular privado, una chequera y su pistola particular (9 milímetros marca CZ)
«El banano luego apareció sólo con la chequera y los documento intactos, incluso hasta unos Cheques Restaurante. Los encontraron en calle Cisternas, en un foso que estaban construyendo una empresa de paisajismo. Ellos lo encontraron y me llamaron y lo fui a recuperar. Ahora lo que estamos esperando es poder recuperar el armamento que es lo más complicado porque son fáciles de reducir, los dos celulares ya los di por perdidos. Esa pistola la tenía hace 22 años y me preocupa que puedan cometer algún delito con ella», dijo el Coronel Francisco Alarcón.
En cuanto a la forma en la que los antisociales lograron ingresar al domicilio, Alarcón relata: «la ocasión hacer al ladrón. Ese día no pusimos alarma, dejamos entreabierta la venta del dormitorio que es de techo a piso… En la mañana estaba abierta completa. Siempre dejamos la alarma… lo más terrible es que entraron al dormitorio y estuvieron ahí durante segundos porque estaba todo a mano. Yo también tengo una cámara pero ese día no estaba encendida. Creo que uno tiene que vivir la vida libre y como ciudadanos no tenemos que andar escondiéndonos, pero, lamentablemente, tenemos que enrejarnos igual que una cárcel».
La Policía de Investigaciones habría encontrado dos huellas en el lugar sobre las que estarían trabajando para dar con el paradero de los antisociales.
«Esta es la primera vez que me pasa algo así, yo llegué en agosto del año pasado y en octubre me compré una casa y nos radicamos acá. Al ser oficial nos trasladan muchas veces en la carrera. Ya tengo más de 12 destinaciones, he estado en muchas ciudades de Chile, Puente Alto (Santiago), Puerto Montt, Iquique, Arica, Curicó, Talca, y nunca me pasó nada. Lo importante es que no le ocurrió nada a mi familia, pero igual molesta y duele la invasión a la privacidad».