Visiblemente molesto por lo que ocurre nuevamente con «Ariztía», en La Pampa, se mostró el edil Roberto Jacob, donde hubo caída del muro, «además hoy esta zona no está en condiciones de resistir el impacto vial que provoca Ariztía».
La empresa debe entender que no se trata de sacarlos del lugar por un reproche de los vecinos o del municipio, «esto es de sentido común, cuando llegaron este sector era rural y no había poblaciones, pero hoy están rodeados de casas y vecinos, por eso ellos tienen que tomar conciencia de lo que están provocando».
El municipio revisa aspectos legales de la patente del local aunque se tenga el precedente de haber perdido en la Corte de Apelaciones y en la Corte Suprema. «Creo que ellos no tienen ninguna preocupación por sus vecinos, han botado postes, cables, cortado la luz y ahora botaron un muro, ¿qué estamos esperando?, que ocurra una desgracia?…