Se trata del presbítero José Tapia, quien está siendo investigado tanto a nivel penal como canónico. Querellantes han solicitado incansablemente que se le inhabilite para ejercer, pero hasta ahora no lo han logrado y sigue oficiando en la Iglesia La Merced de La Serena.

No es la primera «denuncia» que llega a nuestro medio. En el último tiempo, feligreses, tanto con nombre y apellido como también de manera anónima, nos han hecho sentir su molestia respecto a la participación del padre José Tapia en la celebración de misas y todo tipo de ceremonias clericales.

El religioso se encuentra efectuando su labor sacerdotal en la Iglesia La Merced, ubicada en Avenida Balmaceda, algo que en principio llama la atención, ya que el «cura Pepe» ha sido acusado por abusos sexuales y violación, con un proceso penal y administrativo en su contra. Además el presbítero ya habría confesado su delito ante la propia víctima durante la investigación.

Sin cautelares

El gran problema es que no existen medidas cautelares que impidan al integrante del clero oficiar este tipo de ceremonias, algo que a los abogados representantes del joven presuntamente abusado les parece inconcebible, ya que han agotado las instancias para que no ejerza en ningún tipo de recinto, menos donde pueda haber niños, pero hasta ahora sólo han logrado que fuera retirado de sus funciones en el Colegio Inglés Católico.

La historia
y los abusos

Todo ocurrió presuntamente en la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes (Balmaceda con Huanhualí), cuando la víctima, hoy de 37 años, era menor de edad.
Como la mayoría en estos casos, el joven calló. Hasta que se atrevió a hablar y denunciar. Y, junto a sus abogados, decidió interponer una querella en 2021 y una ampliación de la misma el año pasado, la que se encuentra en situación de reservada (no puede ser vista por nadie que no esté vinculado a la causa) en el Juzgado de Garantía de La Serena.

Proceso canónico

Consultado, el Arzobispo de La Serena, monseñor René Rebolledo, no se refirió a la situación por encontrarse en una actividad eclesiástica. Sin embargo, con fecha 15 de julio del año pasado indicaba que se daba «inicio a un Proceso Administrativo Penal -autorizado por la Congregación para la Doctrina de la Fe- contra el Pbro. José Manuel Tapia Varela, por una denuncia referida a conductas contra el sexto mandamiento del Decálogo, hechos que habrían ocurrido cuando el denunciante era menor de edad…».

Sin embargo, hoy, y en paralelo a la querella, la abogada Adriana Rojas explica que existe un procedimiento administrativo ante la iglesia que lo lleva un fiscal investigador, que es un obispo de Temuco, «y que la querella es por el delito de estupro, puesto que era un menor de 14 años cuando inició la conducta sexual en su contra», admite Rojas.

Durante el transcurso, al menos de la investigación ante el Arzobispado, como querellantes presentaron una reposición respecto a la medida cautelar que impuso precisamente el Arzobispado en contra del presbítero José Tapia, «pues creemos que es importante que él sea apartado de las labores propias de la iglesia, como hacer misa, por ejemplo, toda vez que requiere contacto con personas, incluidos niños, y esto lamentablemente fue rechazado por el arzobispo de La Serena y, por ende, mantuvo solo la medida cautelar de no dar clases en establecimientos educacionales».

No obstante, creen que la medida adoptada por la iglesia «es insuficiente, dado que se sigue exponiendo a la infancia a una persona que está siendo investigada en el ámbito penal como eclesiástico por el delito de abuso y violación».

Lentitud en
lo penal

En cuanto al Ministerio Público, explica Rojas que solicitaron una serie de diligencias en la querella, «que luego fueron reiteradas directamente a la fiscal Fabiola Celis, que es quien lleva la causa, como tomarle declaración al querellado y tomarle declaración, además, a algunos miembros de la iglesia que han sido parte del relato de la víctima, todo eso acompañado de un audio de una reunión en un lugar público que tuvo nuestro representado con el presbiterio Tapia a fines del 2020».

En ese audio, confiesa, «él le pide perdón por su conducta, en una especie de reconocimiento indirecto de las situaciones de abuso y violación que realizó en contra de nuestro representado. Sin duda, elementos que nosotros hemos aportado y aun cuando estas diligencias han sido solicitadas hace tiempo, no han sido realizadas».

La medalla

Cabe señalar que al cura Tapia se le había otorgado la medalla de la ciudad de La Serena en el 2014, pero precisamente le fue revocada por este hecho, que si bien no tiene condena ni en lo penal ni en lo eclesiástico, sí ha tenido una sanción social evidente.

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