SEA declara admisible con calificación de urgencia el proyecto de desaladora que Aguas del Valle desarrolla para la Región de Coquimbo

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  • De esta manera, se inicia la tramitación ambiental de proyecto, clave para asegurar el consumo humano en los próximos años. Con esta determinación el plazo de evaluación se reduce a la mitad.

El Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) dio luz verde al inicio de la tramitación ambiental del proyecto de desaladora que Aguas del Valle desarrolla para Coquimbo y, además, aprobó la calificación de urgencia para la iniciativa.

“Es una gran noticia para la comunidad, seguimos avanzando con este proyecto, clave para asegurar el suministro de agua potable para consumo humano en la zona en los próximos años. Con la calificación de urgencia los plazos de evaluación se reducen a la mitad”, dijo el gerente de Aguas del Valle, Andrés Nazer.

Ahora comenzará el proceso de evaluación formal, que recogerá el pronunciamiento de todos los organismos sectoriales y de la comunidad, a través del proceso de participación ciudadana. Luego, Aguas del Valle deberá abordar las consultas, entregando información complementaria para que el servicio pueda emitir la Resolución de Calificación Ambiental, que es el permiso que se requiere para iniciar el proyecto y su posterior operación.

El inicio de la construcción de la desaladora estará sujeto a la evaluación de la condición hídrica y se estima un plazo de dos a tres años de construcción desde su aprobación, considerando la conducción de agua potable hasta Coquimbo. “Estimamos que, de no presentarse mayores inconvenientes, y una vez acordada la fórmula de financiación del proyecto, podría iniciarse su construcción y posterior puesta en marcha a principios de 2026”, detalló Nazer.

El proyecto estará ubicado en el sector de El Panul, en la comuna de Coquimbo y en una primera etapa, permitirá respaldar el consumo humano de agua potable para la conurbación y luego, de ser requerido, para otras localidades de la región.

La planta está proyectada para utilizarse como complemento durante los períodos en que las fuentes de agua dulce no puedan abastecer la demanda de agua potable de la población, produciendo -en su primera fase- entre 200 y 600 litros por segundo, para llegar hasta 1.200 litros por segundo en el futuro.

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