Resaltar la importancia del autocuidado y responsabilidad individual de los usuarios en la conducción, es el llamado de la Sociedad Concesionaria Ruta del Algarrobo, con miras a evitar accidentes en Ruta 5, tramo La Serena-Vallenar.
Trabajar por una movilidad segura resulta fundamental cuando la reducción en la eficacia de los elementos de seguridad del vehículo, o en la habilidad del conductor para reaccionar ante imprevistos en la carretera, aumenta la posibilidad de perder el control del móvil: por cada km/h que se aumenta la velocidad, el riesgo de sufrir un accidente aumenta un 3%. Bajo esa premisa, y ad-portas de un nuevo fin de semana largo en que se espera aumente el flujo de vehículos que transitarán por Ruta 5, Ruta del Algarrobo llamó a los conductores que transitan entre La Serena y Vallenar a respetar los límites de velocidad (100 Km/h) y conducir siempre atentos a las condiciones de tránsito para, de este modo, evitar aumente la alta tasa de accidentes registrados a la fecha.
Esto, dado que la velocidad excesiva -junto con las distracciones y el alcohol- es una de las principales causas y uno de los factores más determinantes en los accidentes de tránsito. En Chile, cerca del 30% de las víctimas fatales se debe a velocidad imprudente o la pérdida de control del vehículo. Sin embargo, éste es un factor que no es visto masivamente como un problema o un riesgo para la vida de las personas, algo especialmente peligroso dado que actúa como un factor agravante en un siniestro vial y sus negativas consecuencias. De allí la importancia de promover el respeto a los límites de velocidad que la Concesionaria hace a los usuarios que a diario transitan a lo largo de los 187 kilómetros de extensión de la doble vía que une a las regiones de Coquimbo y Atacama.
Lo anterior, dado el claro aumento en la velocidad de circulación de los vehículos y, por ende, un mayor riesgo y número de accidentes. Según antecedentes de la Comisión Nacional de Seguridad del Tránsito (Conaset), en el último año aumentó en un 39% el número de conductores que circulan a exceso de velocidad. De allí la necesidad de reforzar la educación vial, ya que 5 de cada 10 conductores exceden los límites de velocidad máxima en zonas interurbanas, como es el caso de la doble vía entre La Serena y Vallenar, donde se observan accidentes protagonizados, cada vez más, por vehículos de alto tonelaje. Y lo más grave aún es que en la mayoría de los casos el exceso de velocidad alcanza 60 Km/h por sobre los límites establecidos en dichas rutas.
Por ello, en voz de su gerente general, Cristián Gallardo, Ruta del Algarrobo realizó un llamado a todos los usuarios de la ruta a respetar tanto los límites de velocidad como la señalización vial y, de este modo, prevenir la ocurrencia de accidentes. “A diario nos ocupamos por mantener estándares viales que garanticen la seguridad de nuestros usuarios, pero son ellos los principales responsables de cuidar su propia vida”, agrega. Si bien no se han registrado víctimas que lamentar, todos los accidentes registrados a la fecha han sido por falla humana (pérdida de control por velocidad o por no ir atento a las condiciones del tránsito) y, en su mayoría han ocurrido en las cuestas que forman parte del trazado (Buenos Aires, en la región de Coquimbo, y Pajonales, en Atacama).
Para Gallardo, esto avala la idea que las rutas concesionadas no sólo deben representar para sus usuarios conceptos de “una mayor comodidad y disminución en sus tiempos de viaje, sino que cada vez se debe dar más valoración al concepto de seguridad”. Por ello, desde la Concesionaria buscan concientizar a los conductores de la importancia de ser responsables al momento de conducir, usando cinturón de seguridad, manteniendo una distancia razonable y prudente con el vehículo que me antecede y siempre estando atentos a las condiciones del tránsito. Y, desde luego, respetando los límites de velocidad y el conducir siempre por la derecha.
Es que hoy los vehículos son cada día más confortables, seguros y rápidos. En su interior se perciben menos ruidos y vibraciones, y su estabilidad es mayor y, por ende, la sensación de seguridad al volante, o la impresión de que todo está bajo nuestro control, hace que no seamos conscientes del riesgo que conlleva circular a mayor velocidad.
“Nuestro objetivo no debe ser únicamente lograr que se respeten los límites, sino que los usuarios sepan adaptar la velocidad a las circunstancias”, explica Gallardo.