Avión ya se encuentra en La Serena, a la espera del «bueno ya» para volar y rociar partículas de yoduro de plata en las nubes sobre los embalses de la Laguna y Puclaro, en el Elqui.
Ya está en La Serena, por fin, a la espera de que el clima diga «bueno, ya». Por eso las autoridades, desde el aeródromo de La Florida, señalaron que ayer fue un «día histórico», e incluso el gobernador regional suplente, Wladimir Pleticosic, planteó que si el sembrado de nubes funciona, «existe la posibilidad de invertir…».
Esta iniciativa partió en 2020, con Carlos Ruiz, de la Corpan (Corporación para el Desarrollo y la Integración Paso Agua Negra), a la que se sumó la Junta de Vigilancia del Río Elqui. Y hoy es una realidad, con un avión que tiene programado al menos unos diez vuelos, y si las condiciones meteorológicas así lo indican, podría comenzar mañana mismo a volar y rociar partículas de yoduro de plata en las nubes.
«Contentos, porque se ha concretado un día que veníamos esperando hace un tiempo, desde los primeros encuentros por el agua que generamos en la región, junto a la Junta de vigilancia y la Corpan, quienes nos hablaban de este proyecto, de esta posibilidad y nosotros nos comprometimos a poder realizar todos los trámites necesarios de manera ágil para que este proyecto pudiese concretarse», dijo el delegado presidencial Galo Luna.
Valoró que exista un esfuerzo privado importante, con una inversión de más de mil millones de pesos que está disponiendo la Junta de Vigilancia para generar la seguridad hídrica.
«Hemos tenido un año fuera de lo esperado, pero para nosotros no ha terminado la escasez, puesto que la realidad de la región es que seguimos en una sequía estructural, y por eso no bajaremos los brazos y vamos a continuar desarrollando todas las medidas de manera insistente y rápida, tal como lo ha pedido el Presidente Gabriel Boric».
Programa
permanente
El avión es de una empresa nacional, modelo King Air B100, presurizado y bimotor, el que espera el visto bueno para surcar los cielos y trabajar precisamente con la estimulación en un sector dentro de un polígono -un poco menos de un millón de hectáreas- que marcó la Junta de Vigilancia del Río Elqui.
Carlos Ruiz es director de asuntos internos internacionales de la Corpan y, como dicen por ahí, «el culpable de esto, así que espero haberle achuntado. Pero lo importante es que con la alianza público privada se puedan conseguir los objetivos, que no son otros que combatir esta sequía extrema y estructural que viene de la mano del cambio climático. Entonces ahí no existe medida que no se deba aprobar».
En este caso, con una tecnología distinta a lo que se conocía, ya que es una técnica que en el fondo ha permitido en México poder recuperar millones de hectáreas por culpa de la sequía.
«Lo que esperamos es que justamente se pueda establecer un programa permanente de estimulación que se haga cuando llueve, como este año cuando llegaron los frentes. No sacamos nada con hacerlo cuando tenemos una sequía, sino más bien estimular cuando exista las posibilidades».
En este caso en particular, la Junta de Vigilancia ha optado por sus embalses, La Laguna y Puclaro, donde esperan subir los niveles producto de esta estimulación, «así que esperemos que se puedan dar las condiciones y que los frentes lleguen y se asomen al valle, dado que el pronóstico hasta ahora está más cercano para la costa…», afirmó.
El gobernador regional manifestó que por mucho tiempo se ha hablado de la posibilidad de estimular las nubes con esta solución de yoduro de plata, «y hoy, a través de un esfuerzo privado, vamos a tener la posibilidad de ver una realidad que estamos buscando hace mucho tiempo».
Reconoció que desde el mundo público «estamos expectantes, porque los recursos, que son de todos, tenemos que saber utilizarlos y tener los argumentos para invertir. Hoy, con esta acción, vamos a poder entender que es posible, ya que si esto funciona, comprometemos desde el Gobierno Regional, en conjunto con el Consejo Regional, la posibilidad de invertir para estimular no solo en Elqui, sino también en las provincias del Limarí y el Choapa».