El decreto con fuerza de ley No. 1.123, que establece normas sobre ejecución de obras de riego por el Estado, ha constituido una herramienta eficaz para reunir los esfuerzos del Estado y de los regantes, para construir obras de riego, las cuales consideran como un beneficio complementario la generación de energía a través de la instalación de generadores hidroeléctricos, generalmente de pasada.
“Sin embargo en la constitución y construcción de estas centrales hidroeléctricas generadoras resulta indispensable el aporte de los regantes, por cuanto si ellos no aportaran sus derechos de aprovechamiento consuntivos para la construcción de la obra de riego y, en su caso, del financiamiento parcial de las obras de riego, no sería posible constituir los derechos de aprovechamiento no consuntivos (de paso) requeridos para construir centrales hidroeléctricas, por lo tanto estimamos justo que ellos tengan derechos proporcionales, por supuesto considerando también el monto que hubieren aportado para el financiamiento de la obra de riego” señaló el senador Uriarte.
Ya en el año 2009 la Dirección Nacional de Riego, en conjunto con la Comisión Nacional de Energía, identificaron 290 posibles centrales asociadas al riego (entre 2 MW y 20 MW), las cuales sumaban una potencia total de alrededor de 866 MW, y cerca de 537 MW asociado a posibles centrales de entre 0,2 MW y 2 MW. Además, estimaron 327 MW de potencia instalada adicionales, asociados a los aportes temporales de agua a la generación en obras de riego.