Lo que no hicieron el terremoto grado 8 y el posterior tsunami en septiembre de 2015, ni siquiera el Golpe de Estado del 73, lo está logrando el ínfimo pero potente y cruel virus Covid-19: Suspender la Pampilla de Coquimbo.
Aunque a todas luces parece una medida lógica, ponerle a la medida el sello de un acuerdo del concejo municipal, le da casi un ribete de dramatismo a quienes -sagradamente- acuden cada año a ese recinto, donde se realiza la fiesta dieciochera más grande -por lo larga- de Chile.
En efecto, el concejo municipal acordó con voto de mayoría, en la sesión 125 de este miércoles 13 de mayo -realizada a través de plataforma virtual-, la suspensión de la Fiesta de la Pampilla de septiembre de 2020.
También se suspende la Pampilla del Niño, que tradicionalmente se celebra en ese mismo recinto municipal en el mes de agosto.
El acuerdo va unido a las medidas que el municipio está asumiendo para proteger la salud y vida de los coquimbanos, evitando el riesgo de contagio de Covid-19.
El acuerdo incluye la modificaciones presupuestaria para destinar esos recursos -del orden de los 2 mil millones- a prioridades en el ámbito de la salud.
El alcalde Marcelo Pereira explicó que «lo estamos haciendo por el siguiente motivo: estamos viviendo algo excepcional, una pandemia nunca antes vista que recién está comenzando, muchas de las proyecciones señalan que en agosto o septiembre vamos a continuar con una cantidad de casos».
En este contexto se aprobó en el concejo de ayer, por la mayoría de sus integrantes, suspender la Pampilla de Coquimbo y la Pampilla del Niño. «Creo que es la decisión correcta, la digo como alcalde y médico, las cifras están aumentando de manera exponencial, los concejales manifestaron lo mismo, el Covid-19 ya tiene un fallecido en la región, la época de invierno se aproxima y el virus estará en su apogeo»
Hubo ocho votos por la suspensión y uno por la opción que se haga la fiesta, de Guido Hernández.
VUELTA A CLASES
También se hizo ver que, a pesar de que la educación pública ya no es de administración municipal, «sentimos que mientras los educandos sean coquimbanos, no estamos de acuerdo en que entren al colegio mientras no exista la seguridad de que están las medidas sanitarias tanto para ellos como para proteger a los profesores, y no exponerlos frente a este virus que ha cobrado tantas vidas».
CONCEJAL HERNÁNDEZ
El concejal Guido Hernández dijo estar de acuerdo con la determinación desde el punto de vista sanitario, pero espera que exista una alternativa para ir en ayuda de personas «que ven en esta fiesta la esperanza de poder generar ingresos…»
Carlos Henríquez desde hace seis años que trabaja en La Pampilla con su carro de Foodtruck. «Como dueños de carritos no dependemos 100% de La Pampilla, pero sí esperamos esa fecha porque es la mejor que tenemos nosotros los comerciantes».
Respecto a lo que dejarán de percibir en esos días, en que cientos de miles de personas llegan para disfrutar, afirma que «si calculamos en comparación con los días normales en la calle, por lo menos debe ser unas siete veces más de ganancia, lo que es harto, por eso mucha gente, y no solamente el coquimbano, espera todos los años llegar a La Pampilla. Por ejemplo, si inviertes un millón, en utilidades te puedes llevar cerca de cuatro millones de pesos, entonces La Pampilla es un foco de generar dinero para muchas personas y que seguramente con la noticia de la suspensión deben estar cortándose las venas».