Eso, después de las altas posibilidades laborales para el próximo año con los proyectos de INCO de Minera Los Pelambres y El Espino, ambos en la provincia de Choapa. «Ahora hay que ver qué ocurrirá con la teleserie Dominga, donde hay casi 12 mil puestos de trabajo en juego», dijo Roberto Vega, jefe de la cartera.
En razón de las inversiones mineras y de infraestructuras proyectadas en Coquimbo -y de las perspectivas de desarrollo que con esto se abren- es que ya se habla de esta región como la nueva Antofagasta. Esto, luego que se viera un repunte en el sector minero, la mayoría en la pequeña minería, pero principalmente porque para el próximo año se esperan altas posibilidades laborales con el proyecto de Infraestructura Complementaria de Minera Los Pelambres y El Espino (empresa Pucobre), ambos en la provincia de Choapa.
Es por eso que existe tranquilidad cuando se habla de lo que vendrá en la región en cuanto a empleos se refiere. Para Roberto Vega, que asumió la cartera en el mes de abril, este año ha sido bastante productivo, aunque lamentablemente por coyunturas externas a nuestro país, «el precio del cobre se vio decaído y no logramos mantener los 3 dólares que era la expectativa. Si se mantuvo en rango a los 270 y 280 y eso no podríamos calificarlo de un mal precio, ya que estamos sobre el mínimo para que se mantenga la rentabilidad del negocio minero y claramente no es el súper siglo que tuvimos en los años 2012 y 2013. En tal caso hay que prepararse para el regreso del súper ciclo, pero también para las bajadas fuertes que producirá la economía en materia de metales», avisa.
Además, explica que aumentó la venta de automóviles eléctricos, los que requieren una alta cantidad de cobre, también litio y, por supuesto, «el mineral que estamos nosotros levantando en la región, que es el cobalto. Con esos tres elementos creemos que podemos tener un año 2019 bastante optimista y con mucha rentabilidad para los sectores mineros, aunque debemos invertir en investigación y generar mayores condiciones de seguridad y empleos para nuestros mineros».
¿Pero cómo ha sido el año en el sector minero?
«En cuanto al empleo se vio un repunte, especialmente en la pequeña minería y ahora lo será más con la aprobación de una inversión importante como es INCO en Los Pelambres, que va a inyectar 3 mil nuevos puestos de trabajo en su periodo de construcción y cerca de 300 en la etapa de operación y también El Espino, que está aprobado ambientalmente y aunque requiere permisos sectoriales, será una labor de gran minería que debería entrar en operaciones el próximo año y que generará cerca de tres mil empleos más, siempre en periodo de construcción».
Ambos proyectos están en la provincia de Choapa, en donde existe pleno empleo. De ser así, ¿de dónde sacarán los trabajadores?
«Necesariamente en el caso de El Espino el sector que debería verse mayormente beneficiado son las comunas de Combarbalá, por la distancia que tienen, pero de igual manera Illapel, que aumentará la generación de empleo, pero no sé si necesariamente con lo relacionado a la explotación de mina. Sin embargo, también debería verse beneficiada la conurbación La Serena y Coquimbo, así que estamos haciendo un esfuerzo enorme con nuestra intendenta Lucía Pinto para que estos empleos salgan de nuestras comunas, debido a que vamos a tener una competencia muy fuerte con la vecina Región de Valparaíso. Insisto en que lo ideal es que los empleos salgan de nuestra región. La experiencia de los mineros es conocida y, sobre todo, la minería en altura, en donde los mineros de Coquimbo están acostumbrados a trabajar en la altura desde la explotación de la ex empresa minera El Indio».
¿Son los proyectos más importantes o hay otros que vienen en camino?
«Existe una cartera de proyectos y donde los más importantes son la planta INCO y El Espino, pero también tenemos proyectos medianos como Puquío, que es de Santiago Metal y que está ubicado en La Higuera. De igual forma vamos a ver el final de ésta ya casi teleserie que es Dominga, donde deberíamos tener una resolución de la Corte Suprema para ver qué es lo que pasará y ver sus destinos, pues hay casi 12 mil puestos de trabajo que están en juego».
¿Qué ocurre con los trabajos y las capacitaciones prometidas para la gente de La Higuera?
«Lo que pasa es que el proyecto está judicializado mientras no tengamos una resolución desde la Corte Suprema. Acá hay tres alternativas: Que se retrotraiga todo y que el proyecto se termine. Otra alternativa es que se ratifique lo resuelto por el Tribunal de Medio Ambiente, en una sentencia bastante maciza y diga que tiene que volver al CEA de Coquimbo. Y una tercera opción, es que vaya al Consejo de Ministros en Santiago. Pero mientras la Corte no diga qué es lo que pasará, estamos haciendo castillos en el aire y viviendo de suposiciones. Entonces por eso creo que si la empresa no ha logrado generar los empleos comprometidos, es porque claramente todavía el proyecto no es viable y está sujeto a una condición que depende de un grupo de ministros».
¿Cómo ha sido la incorporación de la mujer a la minería?
«Hemos trabajado fuertemente junto a la seremi de la Mujer y Equidad de Género, Ivon Guerra, en la incorporación de la mujer no sólo como el sector minero tradicional en la parte de explotación, donde claramente tenemos ejemplos importantes como la Minera Teck, que nosotros como Seremía la elegimos como la empresa que tiene la mayor incorporación a nivel nacional. Los Pelambres también están dentro del rango nacional, así que creemos que las mujeres ya se ganaron su derecho. Es más. En la seremía tenemos una encargada de género y que a la vez tiene un cargo de jefatura dentro de los programas, por lo que esto de que la mujer no podía entrar a la minería es una visión del pasado. Nosotros estamos trabajando con una proyección de futuro y en una minería 2.0 en donde la mujer y el hombre tienen los mismos derechos. Porque ya las faenas se adecuaron a incorporar a la mujer, lo que en su comienzo fue difícil y costó. En la región tenemos el estándar casi del país con el 8% de la masa, pero hay ejemplos como la minera Teck que tiene un 15% siendo la segunda minera con mayor tasa de incorporación de mujeres a nivel nacional y están peleando para ser los primeros. Claramente han desarrollado un nivel de competencia en sus concursos de que siempre tiene que haber una mujer y eso es positivo, puesto que se está avanzando en la línea correcta. Pero nos falta mucho por hacer, por eso la alianza entre las seremías y ministerios son súper importantes».