Sergio Barrientos: «Debemos estar siempre preparados para un posible terremoto»

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El académico y director del Centro Nacional de Sismología de la Universidad de Chile, doctor Sergio Barrientos, se refirió al terremoto de 6,7° Richter que afectó este sábado a la Región de Coquimbo, señalando que «muchos han intentado diferenciar los sismos, pero en general se denomina terremoto al movimiento que genera un daño extenso y en varias localidades, que suelen ocurrir cuando la magnitud es de 7 o superior».

En ese sentido, dijo que «la magnitud de cómo se siente el temblor depende de muchos factores y no solamente de la dimensión del tamaño del terremoto, sino también de la distancia a la cual el observador se encuentre de la fuente sísmica, del foco, del origen del movimiento. Y también depende de las condiciones de perceptibilidad en el sitio».

Además, aclaró que «como tenemos tantos de estos eventos en el país, algunas personas lo que han hecho es dividido o caracterizado a aquellos que producen más daños y dicen que esos son los verdaderos terremotos, entonces hay una especie de división y la gente acepta en que el terremoto es el que produce más daño y, por lo tanto, debiera ser más importante. Pero la palabra terremoto desde el punto de vista técnico se aplica a cualquier evento sísmico, aunque en la comunidad se entiende que el terremoto es aquel sismo que produce más daño en algunas localidades que otras».

Respecto a que si este sismo fue una réplica del terremoto ocurrido en septiembre del año 2015, comentó el especialista que «creo que es difícil pensar eso, porque entendemos que el terremoto del 2015 ocurre en un contexto que es muy distinto al evento del día sábado, dado que el movimiento del año 2015, a pesar de que se ubicó muy cerca al de este fin de semana, la manera en cómo sucede es más por el contacto entre placas, en donde la placa de Nazca se desliza bajo la placa Sudamericana aproximadamente unos ocho metros. En cambio el terremoto del día sábado no es un deslizamiento entre placas, sino que es una falla, una abertura anterior de una de las placas, que es la de Nazca, y muy parecido a lo que aconteció en 1997 con el terremoto de Punitaqui. Ya son 20 años de aquel movimiento, así que el mecanismo y la forma en cómo ocurre el evento es muy similar al de ese año, muy distinto al del 2015, que es un contacto entre placas».

¿El gran terremoto?

Durante años, los habitantes del norte del país han recibido un mensaje bastante marcado: Se viene un gran terremoto. La razón se sustentaba en que existía evidencia sólida que había ocurrido un megaterremoto hace más de 100 años en la zona, y que la tensión acumulada en el contacto de placas en el Norte Grande era tal que había una buena chance que se produjera un gran sismo en el mismo lugar.

Esto, además, tras un estudio de geólogos de la Universidad de Concepción, quienes identificaron que un terremoto de 8 grados o más, y que posiblemente produzca un tsunami, es lo que se podría esperar para la Región de Valparaíso y el sur de la Región de Coquimbo.

Ante ello, Barrientos afirmó que «esa idea, en donde muchos señalan que podría ocurrir un terremoto en ciertos lugares, se entiende bajo el concento de acumulación de energía, producto de la convergencia entre placas, lo que se trataría de los terremotos tipo año 2015, no para el tipo de terremoto que ocurrió este sábado, que poco conocemos, por lo que tenemos que tener mayores antecedentes y observar más este tipo de sismos que suceden menos frecuentemente. Debemos tener más tiempo el sistema de observación funcionando, de modo que si uno considera que el terremoto tipo 2015 es producto de la convergencia entre placas, hay ciertos lugares en donde no han ocurrido terremotos en el último tiempo y uno pensaría que esos son los sitios en donde es más probable que ocurra uno. Sin embargo, yo diría que en un país como el nuestro uno debiera esperar terremotos prácticamente en cualquier lugar y en cualquier momento, así que debemos estar siempre preparados para un posible terremoto».

Aclaró la diferencia…

«Fue más fuerte que un 6,7°…», se escribía por las redes sociales tras el fuerte sismo. Esto, porque muchos cayeron en la confusión tras los 8 grados que alcanzó en la escala de Mercalli. Por lo mismo, el doctor Barrientos detalló las diferencias señalando que «lo que sucede es que ambas escalas miden fenómenos distintos. La magnitud es una medida relativa del tamaño del te- rremoto y de cuanta energía libera. Eso es la escala de Richter, la de la magnitud, que en estos momentos ya no la estamos ocupando tanto».

Mientras que sobre la escala de Mercalli, explicó que «en el caso de las intensidades, a diferencias de las magnitudes, las intensidades miden el efecto que tiene ese terremoto en la superficie y ese efecto no va a depender solo de la magnitud, sino que también va a depender de la distancia en la cual se encuentre el observador y de las características propias del suelo».

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