La dirección regional destacó la importancia del Programa de Recuperación de Suelos, único programa de fomento del SAG, que ha beneficiado de forma directa a más de 2.500 agricultores y mejorado 87.500 Há de suelos degradados producto de la escasez hídrica con una inversión de $8.800 millones desde su implementación hace 18 años.
El 28 de julio se cumplen 50 años de la creación del Servicio Agrícola Ganadero (SAG), organismo estatal encargado de apoyar el desarrollo de la agricultura, los bosques y la ganadería y que cumple una importante función en la prevención, resguardo e incrementación del patrimonio fitozoosanitario.
Desde su creación en 1967 el SAG ha cumplido una labor esencial en la protección de la vegetación y los animales de plagas que puedan afectar la agricultura y ganadería como fue el caso de la fiebre aftosa erradicada por el organismo en la década de los 70 y el brote de la mosca de la fruta eliminada en 1991 y posteriormente en 2015.
Este último hecho calificado por el director regional, Jorge Fernández, como el desafío más importante desde que asumió su cargo en 2014, el cual logró en noviembre del 2015 con la erradicación de la plaga de la mosca de la fruta en solo 8 meses, un trabajo que requirió de esfuerzo humano y logístico donde se gastaron $900 millones, se contrataron 250 personas y se logró descargar más de 100 toneladas de fruta desde los patios de las más de 16 mil viviendas visitadas.
Los programas de vigilancia y control de plagas agrícolas de importancia económica son esenciales, ya que con ellos se permite la detección temprana del brote de ciertas plagas como fue el caso de la mosca de la fruta en 2015, así como la polilla del racimo de la vid que está en vías de erradicación en esta región para lo que se instalaron este año más de 3 mil trampas y 154 mil dispositivos de confusión sexual.
Una labor que han podido concretar gracias al trabajo en conjunto con la empresa privada, la que ha permitido que durante la última temporada se hayan exportado 14 mil toneladas de fruta a través del puerto de Coquimbo, principalmente uva a Estados Unidos, lo que significó un importante aporte a la economía regional, además de la implementación del sistema de inspección System Approach en 2014, que permite que los cítricos sean exportados sin pasar por un tratamiento cuarentenario con bromuro de metilo, por lo que la fruta tiene mayor calidad y se bajan los costos para los productores.
Sin embargo, no están exentos de riesgos y hoy se encuentran trabajando en la intercepción de dos plagas que ingresaron al país para evitar su propagación a la región, la drosophila suzukii que ataca una gama de frutas y está presente en regiones del sur, así como la chinche pintada, que ataca hortalizas y cultivos y está en la zona centro del país.
«Esas plagas ingresan sí o sí por controles fronterizos, no existe control fronterizo que sea 100% eficaz o que tenga cero riesgo, no existe, es imposible. Mientras nosotros como ciudadanos no tengamos conciencia de que no podemos ingresar productos de riesgo que están normados y difundidos en los controles fronterizos, van a seguir ingresando este tipo de plagas» señaló Fernández.
Fernández señaló que el servicio se encuentra en proceso de fortalecimiento de competencias laborales y reestructuración institucional, con programas de certificación de usuarios y capacitaciones, el reforzamiento de su laboral fiscalizadora y de los programas de vigilancia de control de plagas. Además agregó que dentro de los desafíos del SAG a nivel nacional se encuentra la erradicación de la fiebre bovina en la zona macronorte del país y la modernización de los sistemas de trazabilidad de los registros agrícolas para facilitar las exportaciones.
