Cerca de una hora y media, duró una protesta pacífica que protagonizaron unos 100 funcionarios portuarios quienes alegaron el requerimiento de inconstitucionalidad al tercer retiro de las AFP, realizado por el Gobierno de Sebastián Piñera. Dirigentes señalaron que por ningún momento hubo paralización de faenas, ya que la convocatoria fue en horario de almuerzo. Carabineros estuvo en el lugar, pero su presencia no fue requerida, ya que la jornada se desarrolló de manera tranquila.
La Unión Portuaria de Chile durante toda la semana se movilizó para presionar al Gobierno, con el objetivo que desista en recurrir al Tribunal Constitucional y de vía libre al tercer retiro del 10% de los fondos del sistema de AFP. El debate está instalado en el congreso y los cacerolazos se hacen sentir a lo largo del territorio. La acción en el rubro, se tradujo en una detención total de faenas en 24 terminales de 17 complejos portuarios por parte de poco más de 6 mil trabajadores repartidos entre Iquique y Punta Arenas. Pero lo cierto, es que en Coquimbo no había existido mayor ruido durantes estos días.
Sin embargo, este viernes, los trabajadores del puerto de Coquimbo tuvieron su espacio para manifestarse en la hora de colación, y de manera pacífica, unas 100 personas se juntaron en la avenida Costanera, frente al edificio Andacollo, para gritar consignas a favor del retiro y en contra de la figura de Piñera.
El presidente del Sindicato de trabajadores del Puerto de Coquimbo, Juan Aravena, en conversación con LA REGIÓN, confirmó que la manifestación ejecutada por el grupo comenzó a las 11: 45 horas y terminó a las 12:45 horas, justo en horario de almuerzo, por lo que no afectó al desarrollo de la faena.
«Fue una marcha pacífica que la catalogamos como todo un éxito por parte de los funcionarios que pudieron participar, ya que hubo algunos que no pudieron asistir debido a que tenían trabajos dentro del recinto que debían de hacer. Lo importante es que nuestra gente mostró su descontento, que no es sólo de nuestro sector, es en todo Chile donde existe un malestar general ante las malas decisiones del ejecutivo».
Con canciones, megáfonos y parlantes, hombres y mujeres cantaban, mientras unos 50 funcionarios de carabineros custodiaban a lo lejos la manifestación. Aravena confirma que a la jefatura no le gusta nada cuando se habla de «paro» o «movilización», no obstante, había comunicación entre ambas partes de que la jornada del viernes se trataría de una protesta de manera pacífica y tranquila.
«Esperemos que con lo que ha pasado durante estos días , con manifestaciones de todos los sectores y rubros, públicos y privados, el gobierno deje de meter trabas a un proyecto que sólo beneficia al pueblo y a sus trabajadores, que hoy están cansados y agobiados por una crisis económica que pega duro a las familias, sobre todo en una comuna pobre como Coquimbo», sentenció el dirigente.