![JUSTICIA PARA ORIANA Y ORION](https://www.diariolaregion.cl/wp-content/uploads/2025/02/JUSTICIA-PARA-ORIANA-Y-ORION-696x696.jpg)
En enero de 2021, en la comuna de Huara, en Iquique, ambos fueron asesinados por la pareja y padre del menor. Desde entonces, estuvo internado en el hospital psiquiátrico de la cárcel, hasta que un juez dijo que era imputable. Una vez en el penal, se quitó la vida, meses antes de que iniciara la preparación de juicio oral.
Para Jazmín y su familia, por mucho tiempo las tardes en la comuna de Illapel fueron lánguidas y casi infinitas las noches. Solo querían que la tormenta acabara y con ello, llegara la justicia para su hermana y sobrino.
Fue en enero de 2021 cuando en la localidad de Huara, en Iquique, Ariana (39) y su hijo de 4 años murieron a manos de su pareja, oriundo de Salamanca, quien haciendo uso de su rifle les disparó. Una segunda hija resultó sin lesiones. Desde entonces, la espera eterna por un juicio que “lamentablemente nunca llegó”, explica Jazmín a través del teléfono.
“Tenemos una pequeña a la cual debemos proteger, porque es nuestra prioridad. Pero este tiempo ha sido súper complejo, porque he llevado todo el tema legal y quería cerrar todo…”, habla con voz pausada y mansa, pese al dolor.
El 23 de marzo pasado, después de mucho tiempo, la causa se abrió. La esperanza de la familia renacía. Incluso fue programada la fecha de preparación de juicio, pactada para el 29 de noviembre. Sin embargo, “tuvimos la noticia de que este tipo se quitó la vida en la cárcel y una semana después se cerró la causa porque no había a quién juzgar”.
Desolador
No habían pegado un ojo en cientos de noches, pensando en el momento en que iban a verse cara a cara, tres años después, con el asesino.
“Para nosotros fue todo un tema y doloroso, porque tuvimos que esperar tres años para que la causa se abriera, meses más para prepararnos y que terminara en esta instancia. Ha sido un nuevo quiebre y un nuevo proceso también. Es difícil de entender, pero fue chocante, tan frío y tan inhumano todo, porque a menos de una semana se cerró la causa, después de haber esperado más de tres años porque se hiciera justicia”, se lamenta.
Luego que el sujeto de 34 años cometiera el crimen, su defensa alegó inimputabilidad. A la espera de los resultados, fue alojado en el hospital psiquiátrico de la cárcel de Alto Hospicio. Un nuevo dolor para Jazmín y su gente.
Con la pandemia todo quedó en pausa. Mucho tiempo esperando el resultado de un peritaje que hizo el Servicio Médico Legal, el último que había solicitado la Fiscalía, que arrojó finalmente que la inimputabilidad no era el caso y que sí era imputable.
“Ha sido una de las causas más largas y nos comentaban tanto los abogados como el fiscal. Haber esperado tanto y tratado de creer en la justicia… Porque siempre fuimos cuidadosos y nunca dijimos más de lo que teníamos que decir, por la esperanza de que hubiese justicia para Ariana y Orión. Es desolador. Muchos dirán que es lo mejor, pero bien que pudo haber sido juzgado, porque ni siquiera estuvo en prisión preventiva, sino que en el hospital psiquiátrico e ingresa cuando el juez dice que era imputable…”.
Doble dolor
Como reitera una y otra vez, “un final nada de justo y menos un cierre”. Fueron pacientes, asegura. Y tuvieron esperanzas, por cuanto fueron a audiencia tras audiencia tratando de entender, a pesar de la rabia que sentían, “pero en general para nuestra familia es difícil cerrar algo porque nos aferramos a la lucha”.
Les dijeron en más de una oportunidad que el plazo era de dos años, que no podía pasar más, “¡pero pasaron tres! Impotencia por el hecho de protegerlo y al final en lo que terminó la protección. Después de todo lo que hemos vivido cómo una familia se levanta de nuevo ¿me entiende? Porque, te reitero, esperamos cuatro años y no nos levantamos. Pero tenemos una pequeña a nuestro cuidado, algo donde aferrarnos”.
Y cuando esperaban cerrar su herida, otra noticia los golpeaba, pues este sujeto fue trasladado a la región y enterrado en el mismo cementerio (Parque El Choapa) donde está su hermana y sobrino, “a metros de ellos. Todavía no podemos ni siquiera asimilar esa situación. Si bien esto ocurrió en Iquique, nosotros somos de Illapel y este tipo de Salamanca. Acá ha existido una doble injusticia…”.