A mitad de semana llamaba la atención lo vacío que estaba una calle que por lo general siempre estuvo colmada de gente y toldos. Y si bien es cierto que el fenómeno solo se daba en las mañanas (ya que en las tardes volvían a instalarse), hoy pareciera que existe un vuelco. La primera semana del año fue notoria la retirada o un éxodo de ambulantes a otros sectores como poblaciones o balnearios de la zona. Lo cierto es que no se sabe con certeza dónde están los ilegales que tanto dolor de cabeza dieron en las últimas semanas a la administración municipal. Aldunate está silencioso, sin mucho ruido. Solo se oyen a los lejos unas notas musicales, de guitarra y violín, además de una voz femenina…
Es Gloria Barrera, coquimbana de 27 años y que se cataloga como artista «del mundo». Fue criada en la Parte Alta pero anda por todos lados. Vivió un tiempo en Valparaíso. Está con micrófono y guitarra mostrando su arte con influencia del jazz.
Dice que tomó por opción personal que la calle sea su escenario. «Lo hago para compartir lo que he aprendido todos estos años con la gente». Agrega que la ciudadanía le presta más atención que antes y eso lo agradece. También se da un tiempo para opinar sobre la problemática de los vendedores ambulantes.
«Nosotros compartimos la calle con ellos y la verdad es que te encuentras de todo. Hay mucha gente buena onda y que tira para arriba, mientras también hay otros que te paran el carro, por ejemplo, por tener la música muy fuerte, pero en realidad una entiende y soy empática con alguien que pueda andar arrastrando un mal. La pandemia deja una crisis también en ese sentido, anda mucha gente saltona».
Sin lugar a dudas son dos los grupos que comparten la «calle». Artistas y vendedores ambulantes que intentan ganarse el sustento en medio de la crisis económica que deja la pandemia del coronavirus, y eso que todavía no se sienten las consecuencias del decaimiento en la economía local. En ese contexto, la ciudad de Coquimbo y su principal avenida es el escenario para que cada día se monten una serie de puestos ofertando lo que se imagine.
Sin embargo, el arranque del 2022 tiene como noticia un centro aparentemente despejado. Aparente, porque no lo está del todo. Aun queda un puñado ofertando lo mismo de siempre, poca novedad se nota en la mercadería. A los vendedores de la feria navideña del sector de La Polar prácticamente se los tragó la tierra.
David Díaz, jefe de la seguridad municipal, había enfatizado que el trabajo mancomunado entre las patrullas que lidera y Carabineros terminará a la larga por quitarles las ganas a estas personas de instalarse nuevamente. Cabe recordar que la municipalidad realizó una serie de desalojos que terminaron con detenidos y enfrentamientos entre policías e ilegales. Hechos que provocaron marchas contra el alcalde y protestas subidas de tono.