Es médico pediatra. Ex gobernadora de la Provincia de Limarí en 2012 y hoy vicepresidenta del Partido Republicano. Es contraria a un confinamiento obligatorio y advierte que todo se hubiese evitado «de haber existido campañas reales, y para eso están las autoridades. ¿O será que yo no las he visto?»
Para Susana Verdugo, vicepresidenta nacional del Partido Republicano -que lidera José Antonio Kast-, el camino no ha estado lleno de rosas.
Primero, «porque tuvimos el estallido de violencia del 18 de octubre pasado, donde incluso fue complejo salir a la calle con una mesa…». Y después vino la pandemia, «así que
ha sido difícil. Ahora seguimos afiliando más militantes, porque tenemos que tener una base electoral un poquito más amplia», asegura desde su hogar, en Ovalle, donde sale solamente para trabajar y cada 15 días al supermercado. «No es que no me guste salir, pero hoy hay que cuidarse».
CUARENTENA
Su comuna se salvó del confinamiento obligatorio. No así La Serena y Coquimbo, que desde el miércoles se encuentran en cuarentena. Una determinación que no comparte, «ya
que soy una contra de las cuarentenas», responde tajante.
Para la ex militante UDI lo más importante en la población es la salud mental, y un confinamiento no ayuda en nada. Al contrario, «pues imagínate que mi madre (95), que vive en Santiago, lleva cuatro meses sin salir. Ni hablar de la gente que vive en casas pequeñas, las familias que viven en una pieza y que son diez. Acá la salud mental es pésima y el confinamiento es aún peor. ¡Te empobreces más! Soy médico pediatra y tengo una realidad de mis pacientes que están desesperados, porque viven el día a día con una pequeña pyme y lo están pasando mal».
Por todo eso y más, avisa que está en contra. Y aunque no le gusta «pelar» a las autoridades, pues también lo fue en 2012 (gobernadora del Limarí), precisa que «los alcaldes son buenazos para hablar, pero qué han hecho. Acá se pueden hacer cosas:
Campañas, haber salido en las radios a explicar, salir a las calles a entregar un volante, enseñar el uso de la mascarilla, que algunos la usan de bufanda, o con la nariz afuera. No soy partidaria de la cuarentena, pues considero que la gente se enferma psicológicamente, y ahora si todos vivimos en una casa de dos pisos, con patio grande, como yo, ok, pero en las poblaciones aumenta la violencia intrafamiliar, aumenta la violencia hacia los
niños, aumenta la pobreza. Con José Antonio le mandamos una carta al Presidente -el 18 de julio- diciéndole que era tiempo de comenzar el desconfinamiento en Santiago, y recién
estos días partió, pero todo se hubiese evitado de haber existido campañas reales».
Como médico asegura que todos en algún momento «nos vamos a enfermar, pero lo importante es que no nos enfermemos al mismo tiempo, como los grupos de riesgo, a quienes sí hubiese confinado, especialmente a los mayores de 70 años, a las personas crónicas, con hipertensión arterial y diabetes, a quienes toman corticoide. Y el resto de las personas que saliera a trabajar en forma responsable, con autocuidado. Creo que eso
hace falta, pues no he visto una campaña fuerte con sus autoridades en terreno -salvo a la intendenta y al seremi de Salud-, viendo soluciones concretas y saber qué necesidades
tienen las personas, que es la obligación, por ejemplo, de un alcalde, que son los ‘dueños de casa’, al igual que los concejales, que están cuidándose en casa».