Un tema de nunca acabar. Las eternas discusiones entre los taxistas que trabajan a concesión en el aeropuerto La Florida con los taxistas de techo amarillo, terminó el día viernes con uno chofer de estos últimos constatando lesiones en el hospital y poniendo una denuncia por agresión en Carabineros.
Este hecho, según cuenta Miguel Ángel (57 años), de nacionalidad española y que trabaja hace cinco años como taxista, ocurrió el día viernes a eso de las 11 de la mañana y fuera del terminal aéreo, lo que llamó mucho más la atención, «porque tampoco era que le estaba quitando clientela», cuenta el «español», como lo apodan sus colegas y amigos.
Explica Miguel Ángel que la agresión no fue algo puntual, sino que viene desde hace un tiempo. Hace algunos años.
«Este sujeto me molestaba hasta se fue a otro lado a trabajar, donde estuvo cerca de un año, pero volvió y otra vez ha seguido molestándome ¡y tal! Cuando ocurrió el hecho yo estaba afuera del aeropuerto limpiando mi vehículo y esta persona se estacionó a mi lado y me increpó. Quizás tenga un tinte de racismo por ser yo español. No lo sé, de verdad, pero creo que este caballero debe tener algún problema, porque no tengo otra explicación para que haya actuado de esta manera».
Sin embargo, cuenta Miguel Ángel que todo esto pudo haber estado premeditado. «No le encuentro otra explicación», sostiene.
Y agrega que «esta persona se dirigía al aeropuerto y me imagino que me vio solo, quizás lo tenía premeditado, de algún día verme sólo por algún sitio y agredirme. Estaba esperando la oportunidad de hacerlo y lo hizo. Se puso paralelo a mi auto, me increpó, pero tuvo la mala suerte que cerca había un colega y vio todo. Quizás él quería darme uno o dos combos y sin testigos e irse, entonces hubiese sido mi palabra contra la suya. Pero no fue así, ya que llegó un colega que estaba cerca y también lo increpó».
La persona que lo golpeó, prosigue el «español», ni si quiera respetó «que yo llevara gafas y por eso pudo hacerme más daño. Comencé a sangrar por la nariz y ahí fue que apareció mi compañero taxista e intentó defenderme. De ahí mi compañero me llevó a la comisaría donde puse la denuncia».
Reconoce Miguel Ángel que «hace tres años que esta persona tiene problemas conmigo. Y mientras la cosa era de palabra, no me lo tomaba más allá, pero ya fue una agresión y por eso fui a carabineros».
José Ulloa, colega de Miguel Ángel y quien vio gran parte del altercado, afirmó que «este conflicto supuestamente que tienen ellos -los concesionados- contra nosotros es por el hecho de que trabajamos en el aeropuerto no teniendo concesión, pero que tampoco nos quita el derecho a trabajar. Entonces a este caballero lo venían hostigando hace rato y varias veces. Lo que pasa es que están contra los taxistas y no nos quieren ver ahí. Y el problema más notorio era con él por ser más de edad, entonces se aprovechaban de él. Le gritaban cosas, lo corrían, lo empujaban. Y este problema fue en el exterior del aeropuerto, no al interior, lo que llama más la atención».
Cuenta que «Miguel Ángel estaba limpiando su auto cuando este sujeto se acerca en el suyo, se baja, lo pesca del pecho y lo empuja, después lo suelta, toma distancia y le da unos golpes de puño. Yo me apuro, lo encaro y se fue al aeropuerto. De hecho, Miguel Ángel no quería ir a Carabineros, pero yo lo llevé de igual manera. Cuando pusimos la denuncia ya tenía un hematoma en el pómulo y quisimos dejar la constancia, pero el carabinero que nos atendió, al ver su cara, le dijo que no podía ser constancia, porque fue una agresión, entonces lo llevaron al hospital a constatar lesiones y luego puso la denuncia correspondiente».
El problema radica, afirma Ulloa, «en que los autos concesionarios no nos quieren ver al interior del aeropuerto, porque dicen que les estamos quitando clientela. Ellos están provocando el conflicto y no sólo con Miguel Ángel, sino que en general con el rubro. Aguantamos que nos digan que nos corramos de algún lugar que quizás a ellos les molesta, pero una agresión es diferente y tampoco es en igualdad de condiciones, ya que es un joven con una persona de edad».
Los taxis del aeropuerto son inconscientes y se aprovechan en los predios yo e comparado el traslado de ambos servicios la misma distancia y prefiero los de la calle
Existen varios que se creen matones y dueños del aeropuerto y obligan a los pasajeros a usarlos, uno de ellos se llama Nelson Garrido. Este tipo a agredido a varios taxistas, no es problema de los otros taxistas que ellos quieran pagar por estacionamiento. El aeropuerto es privado de uso público y cualquier taxi puede ofrecer sus servicios.